Dos años sin ti
Este escrito ha estado guardado durante dos años, el mismo tiempo
que nosotros vivimos tu ausencia.
Esperábamos que fuera publicado en
el libro “Moros y Cristianos 2015”, no obstante una mala gestión
impidió que así fuera, volvimos a intentarlo este año pero tampoco
salió adelante.
Ahora, en el diario de tu pueblo, “ El Carrer”,
esperamos rendirte el homenaje que te mereces y que por gestiones
ajenas a nosotros, tu familia, no pudo ser antes.
A Felipe Navarro
Maestre:
Nunca hubiéramos querido tener que hablar de ti en pasado,
aunque para nosotros sigues estando presente en cada segundo de
nuestras vidas. Con estas humildes palabras queremos describir a ese
hombre tan honesto, bueno, generoso, trabajador, amigo de sus amigos
y especialmente un padre, abuelo y esposo que nos ayudó hasta el
final a construir una vida llena de bonitos recuerdos para poder
vivir con tu pérdida.
Ya pertenecías desde 1960 a la Comparsa de
Labradores, cuando nos conocimos en noviembre de 1962, eras un
festero orgulloso de tu comparsa; eras sencillo, humilde y generoso
siempre querías pasar desapercibido y disfrutar cada minuto de tu
fiesta.
Cuando nació nuestra hija soñabas que fuera abanderada,
después llegó nuestro hijo y a partir de ahí todos los años
delante de San Bonifacio decías “ tinc un somni i d’ enguany
no passa“. Fuiste labrador después pasaste a ser miembro de la
Cuadrella Pastors, una época en la que eran tus hijos pequeños y
les enseñabas tu amor por tu comparsa. Más tarde formaste parte de
la de la Cuadrella Antius, tu Cuadrella en la cual hemos vivido unos
buenos años, junto a grandes amigos con los que compartimos en las
fiestas de 1993 tu esperado sueño, la capitanía.
Cierro mis ojos y
te veo bajar por la calle Nueva orgulloso con tus hijos, demostrando
con tu mirada y con tus gestos tu gran felicidad que sentías de
poder hacer por fin realidad tu sueño. Como eras tan especial
cediste los actos principales a tus hijos y tú en un segundo plano
disfrutabas desfilando en tu Cuadrella. Mirabas a tu alrededor y
sentías todo el calor y cariño que te mostró tanto tu comparsa
como tu pueblo.
Durante tu trayectoria festera te has caracterizado
por tu forma de desfilar perfumando a todo aquel que se cruzaba por
tu camino y de ahí salió tu merecido “Capitán Colonia”. Ante
todo tengo que ensalzar que has sido un buen hijo, hermano, padre,
abuelo y esposo y desde donde estés nos seguirás perfumando, sé
que lo harás. Te quiero Felipe, gracias por ser mi amor. He sido muy
afortunada por tenerte y disfrutarte como Padre, uno de mis sueños
era ser abanderada de la comparsa de labradores y tu junto a mama
hiciste que se hiciera realidad, por tu tesón y trabajo, gracias.
Estos últimos años han sido muy duros y difíciles por tu grave
enfermedad y a la vez valiosos para demostrar lo luchador y fuerte
que eras al afrontar todo siempre con optimismo para hacernos sentir
el menos dolor posible. Las fiestas del 2012 las pasaste en el
hospital pensando en cada momento que el año siguiente ya ibas a
poder desfilar, llegó en 2013 y fue imposible pero tú no perdías
ese animó y seguías pensando el año que viene será, llego el 2014
y tampoco pudo ser, tu mente quería pero tu cuerpo no tenía
fuerzas para luchar.
Cuantas veces tu mano junto a la mía y cuantas
conversaciones en estos veintisiete meses hemos compartido en las
cuales me decías tantas cosas que siempre me acompañaran, una de
ellas era que pensabas llegar a mayor en tu comparsa y otra era
cumplir vuestras bodas de oro, eso no ha sido posible ya que tu
corazón dejo de latir el 3 de julio de 2014 tus ojos dejaron de
mirarme y tu labios dejaron de pronunciar mi nombre, ese día se
marchito un trozo de mi corazón, se marchó un padre y un abuelo
que siempre al preguntarte ¿Cómo estás? Siempre contestaba con una
sonrisa “jo estic bé, no et preocupes estic bé “ así era él,
ejemplar.
Gracias Papa.
Tu familia.