Tiempos de mujer
Somos varios colectivos de mujeres de la localidad de Petrer con
un interés común.
Nos hemos agrupado con el fin de dirigirnos a
nuestros administradores, y reconociendo la labor personal de muchos
de sus miembros, queremos poner el acento en una carencia del sistema
que es demasiado habitual y recurrente, que es el hecho de que dicha
administración debiera estar al servicio de las personas y no del
sistema.
Vamos a intentar explicarnos y concretar más: Somos varios
grupos de mujeres que han surgido de la labor extremadamente creativa
e innovadora del trabajo en equipo sustentado e ideado por dos
grandes mujeres del Centro de Salud I de Petrer que son: Mª Teresa
Diez (sexóloga) y Rosa Cortijo (trabajadora social) a esta ultima la
administración quiere cambiar de puesto.
Muchas de nosotras llevamos
un largo recorrido entre cursillos y médicos que no nos daban
respuestas al amplio abanico de problemáticas que acarreábamos como
cuidados a la dependencia, cargas familiares, violencia
intrafamiliar, de género, abuso psicológico, sexual, o infantil y
un largo etc.
Este sistema que se ha ido llevando en este centro de
salud a lo largo de 15 años, formando dos grupos de apoyo de más de
20 mujeres cada año, gracias también al apoyo de otros miembros del
mismo, y que poco a poco ha ido demostrado ser cada vez más efectivo
en el manejo de este tipo de problemáticas. Al cambiar de puesto a
la trabajadora social, se suprime también un sistema de grupos de
salud integral de género de amplio espectro, que además de ser
novedoso, también debería trasladarse a otros centros de salud.
Con Rosa, nos hemos ido abriendo pétalo a pétalo, aceptando nuestra
realidad y mostrándonos, con problemas incluidos, a nosotras mismas
y al mundo gracias a técnicas como la biodanza que nos ha ayudado
valorarnos, mirarnos a los ojos y querernos dentro de esa (a veces
muy dura) realidad. Y con la marcha de Rosa esa labor que para
nosotras ha sido tan importante y necesaria ya no tendrá cabida,
simplemente, va a desaparecer.
De este trabajo han surgido vínculos
inolvidables y una serie de grupos de mujeres que dan salida a
nuestras inquietudes, gustos y hobbies y que a menudo participan de
eventos de carácter social, de crecimiento personal, meditación,
autoayuda, apoyo a la mujer, lucha contra la violencia de género; y
otras tantas en un aspecto lúdico y de crecimiento personal. De modo
que nos dirigimos a la Administración pertinente y al “Sistema”
tanto o más como a cada uno de los usuarios de ambos.
Las mujeres
somos biológica, cultural y socialmente la base de la familia, y
ésta lo es de la sociedad. Mientras se nos llena la boca con una
titánica lucha contra la violencia de género, esa lacra que
arrastra nuestra sociedad, el sistema ignora pequeñas genialidades
como esta que surge de manera espontánea y cuya puesta en
funcionamiento no implica invertir otros recursos. Si la
Administración permite que estos logros se diluyan, no podremos más
que verlo como violencia institucional, siendo las victimas todos
nosotros.
Dentro de nuestro pequeño mundo lo único que pedimos es
que se mantenga a nuestra Trabajadora Social en su puesto para que
pueda seguir ayudando a muchas más mujeres y familias, tal y como ha
venido haciendo con nosotras en este tiempo, con ilusión, con
esfuerzo y, sobretodo, con cariño, comprensión y HUMANIDAD. Solo
nos queda añadir el más sincero agradecimiento a todo aquel que
haya leído estas letras, realizadas por un gran grupo de mujeres.