Abonos orgánicos II
Los abonos de procedencia orgánica aportan nutrientes, acolchan
la tierra, son biodegradables, conservan los microorganismos del
suelo y mejoran la salud del huerto Esta semana nos centramos en los
abonos orgánicos menos conocidos, que no los tenemos tan a mano o
que hay que llevar un especial cuidado
1. Abono verde: Cualquier
resto de planta que recién arrancada la troceemos y la mezclemos con
la tierra se puede considerar un abono verde, pero para nuestro
huerto serán aconsejables aquellas que sean plantas hortícolas,
hojas de lechugas, coles, pimientos, pencas… Son especialmente
buenas las leguminosas, sobre todo las habas, que aportan nutrientes
y acolchan la tierra.
2. Turba: Restos vegetales que se han acumulado
en climas fríos y vinculados al agua, podemos encontrar dos tipos,
la negra y la rubia, que está menos descompuesta y presenta fibras
vegetales. Aportarán, sobre todo, acolchamiento y favorece la
absorción del agua.
3. Posos de café: hay que racionarlo o haremos
la tierra muy ácida de la que sólo se beneficiaran algunas plantas,
mientras perjudicamos a otras. Es recomendable que siempre se eche
mezclado con otro sustrato.
4. Guano: excrementos de aves,
principalmente marinas, que aportan una increíble cantidad de
fósforo, nitrógeno y potasio pero no hay que abusar pues es un
abono muy concentrado.
5. Excrementos de conejos: es un buen abono
orgánico, aporta mucha materia vegetal y los pelos son una gran
fuente de nitrógeno. Se debe mezclar con la tierra y no utilizar si
contiene mucho orín del conejo.
6. Palomino: Cuidado con este, hay
que secarlo antes y es conveniente mezclarlo con otro sustrato por lo
concentrado que es.
7. Estiércol de vaca: se puede utilizar sin
problemas pero es recomendable dejarlo fermentar antes de utilizarlo.
8. Purín de cerdo: Llamado así por tener un alto contenido en agua
y orines que le dan ese aspecto gachoso. Es de los menos aconsejables
por el peligro de contaminación y foco de bacterias nocivas. Sólo
utilizarlo muy dosificado y cuando la procedencia sea casera.
9.
Restos calcificados: cáscaras de huevo, restos de moluscos o huesos
machacados aportan calcio, muy recomendado para los tomates pues
evita la enfermedad de la peseta.
10. Barro de depuradora:
descartado, porque aunque tenga una parte orgánica hay otras
sustancias desconocidas
11. Biól: abono líquido procedente de la
descomposición de la materia orgánica en agua, es aconsejable
utilizarlo tras el proceso de fermentación añadido al riego con
moderación.
12. Orina: aporta urea y sales pero hay que utilizar en
dosis pequeñas.
13. Ceniza: no es orgánico pero sí su
procedencia. Hay que procurar que la ceniza proceda de maderas
tratadas con productos como lacas, aceites o barnices. Es una buena
fuente de nitrógeno y es aconsejable mezclarla en la tierra. También
actúa como repelente de caracoles, babosas y hongos, les encanta a
las cebollas y ajos.