A la cumbre del Xocolate
Por: “Los Mojones” (Julio Díaz, Antonio Moreno, Venancio
Martínez y Manolo Guijarro)
La ruta tiene una duración de unas cinco horas aproximadamente
partiendo del barrio del Guirney, o lo que es lo mismo, desde la
rotonda de la Bassa el Moro, pero se puede acortar una hora y media
dejando el coche en el nacimiento de Caprala.
Partiendo desde la
rotonda de la Bassa el Moro, se atraviesa la autovía bajo el puente
y se continúa por el primer camino que hay a mano izquierda en
dirección Aiguarrius – Collado de Xarpa (frente al antiguo arenal
de Pruna). Una vez en el collado se desciende por el valle de
l’Avaiol hasta llegar a Caprala. Desde el nacimiento de agua parten
muchas rutas, no en vano en esta “tierra de cabras” hubo un
importante asentamiento romano y una rica villa dotada de bodega y
almazara.
Hay varios senderos que llegan hasta el Xocolate, pero
elegimos la senda que discurre paralela al “Barranc d’Escurina”.
Un antiguo camino plagado ahora de vegetación nos lleva hasta las
ruinas de la Casa de la Pelá, que antaño dominaba buena parte del
valle y albergaba a un numeroso rebaño de cabras blancas, de esas de
espectaculares cuernos. Dejamos atrás los restos de la antigua
construcción y enfilamos el sendero.
Pasados diez minutos la senda
se bifurca en dos: la de la izquierda busca la cumbre en dirección
noroeste y la otra sigue paralela a la rambla camino de la “Cova de
l’Aigua”, que es la que elegimos bordeando el Xocolate por
detrás, antes de hacer cumbre con más rapidez. La del “Aigua”
no es la única cueva que nos encontraremos por este camino, “La
Cova Negra” , la del “Olm” y la casa cueva del Murciano, o lo
que queda de ella, las encontraremos a nuestro paso.
Este tramo del
barranco “d’Escurina” tiene varias paredes verticales donde
antes se practicaba la escalada. A nuestra derecha divisaremos “L’Alt
de Peret”. Queda aproximadamente una hora para coronar la cima y
seguiremos bordeando el Xocolate adentrándonos en los caprichosos
rincones de la montaña que dan lugar a umbrías pobladas de una
intensa vegetación.
Situados a la espalda del monte, en la umbría,
nos prepararemos para coronar su cumbre por una empinada senda. Una
vez en lo alto llega el momento más deseado: respirar aire puro y
relajarse contemplando el paisaje. En el horizonte cercano
disfrutaremos con la espectacularidad de los montes de Sax, Castalla
y Petrer y con la satisfacción de haber llegado al destino.
Después
de reponer fuerzas nos dispondremos a bajar por la denominada Senda
del Xocolate que desciende casi por la parte opuesta a la que se ha
subido, dejando a mano derecha el “Racó de la Cova Estebana”
hasta llegar al “Racó Coloma” donde la senda desemboca de nuevo
en el nacimiento de Caprala.
Desde aquí el camino de vuelta es el
mismo que el de ida. Es aconsejable recorrer este sendero en
primavera, verano o principio del otoño, puesto que las paredes de
piedra del barranco se tornan muy resbaladizas con la humedad del
invierno.