Desarticulada una organización criminal
Se trataba de una organización criminal itinerante, profesional y con un reparto de tareas determinado entre sus cinco integrantes
Nota de prensa
La
Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal
compuesta por cinco personas, dedicada a la comisión de robos con
fuerza en establecimientos financieros (cajeros automáticos)
mediante el uso de explosivos.
Estudiaban
encarecidamente cada uno de los objetivos días anteriores, así como
las posibles vías de huida después de cometer los robos. Eran
estrictamente rigurosos con las medidas de seguridad y empleaban
placas de matrícula falsas cuando asaltaban los cajeros automáticos
para dificultar la labor de identificación.
Modus
Operandi
Los
asaltantes requerían de conocimientos muy técnicos y sofisticados.
Para perpetrar los robos, primeramente forzaban la ranura de salida
de efectivo de los cajeros usando útiles adecuados para tal efecto,
posteriormente, introducían un artefacto explosivo en dicho
dispositivo. Como elemento iniciador del explosivo utilizaban energía
eléctrica aportada a través de un cable conectado a una batería,
lo que requería una alta especialización en el manejo de explosivos
por parte de los autores.
Los
robos fueron todos ellos cometidos en la provincia de Alicante,
fechándose el primero de ellos a principios del mes de agosto,
estimándose la cantidad sustraída hasta el momento en más de
10.000 euros.
En
algunos de los casos no llegaron a acceder a la caja del dinero de
los cajeros por lo que los delitos cometidos quedaron en fase de
tentativa.
Estructura
y reparto de funciones
Cada
uno de los miembros tenía asignada una función dentro de la
organización. Tres eran los autores materiales de los robos, si
bien, uno se dedicaba en exclusivo a la preparación de los
explosivos y otro a estudiar los objetivos y las posibles vías de
escape. Los cinco además se dedicaban a traficar con marihuana y
hachís a mediana escala, siendo sus principales «rutas» de
la droga Murcia, Alicante y Valencia.
En
el desarrollo de la actividad delictiva, los autores adoptaban una
serie de medidas de seguridad que denotaban una alta profesionalidad,
bien sea el empleo de diferentes terminales y tarjetas móviles o las
múltiples maniobras para detectar la presencia policial cuando
circulaban por carretera.
Graves
daños en oficinas bancarias y fachadas de edificios
Las
explosiones que se producían en los cajeros para lograr el acceso a
la caja con el efectivo provocaban numerosos daños en las sucursales
bancarias y fachadas colindantes, siendo el valor de los daños muy
superior al de los efectos sustraídos.
Detenciones
y registros
Tras
meses de investigación y a raíz del robo cometido el día 23 de
agosto en un cajero automático de una entidad bancaria de la Playa
de San Juan de Alicante, los agentes de la Brigada Provincial de
Policía Judicial de Alicante identificaron a los autores,
imputándoles otros dos hechos de similares características
cometidos en Rojales y Elche, quedando tres más en fase de
investigación.
El
día 25 de octubre y tras un establecer un dispositivo policial
orientado a la localización de los autores, los investigadores
localizaron y detuvieron a tres integrantes de la organización,
procediendo seguidamente al registro de dos domicilios en Santa Pola
y en el Altet (Alicante), donde los agentes del TEDAX-NRBQ hallaron
explosivos y soportes caseros para guardar la pólvora, así como
pasamontañas, placas de matrícula robadas, guantes y multitud de
herramientas empleadas en la comisión de los robos.
Al día
siguiente, los policías detuvieron a los otros dos miembros de la
organización.
Los
cinco responsables del entramado, españoles de entre 20 y 40 años,
son acusados de tres robos con fuerza en las cosas, tenencia de
explosivos, falsedad documental y pertenencia a organización
criminal, encontrándose uno de ellos hasta el momento de su
detención fugado de prisión. Tres de los detenidos se encuentran ya
en prisión por estos hechos, entendiendo de la causa el Juzgado de
Instrucción 3 de Alicante.