EL YACIMIENTO NEOLÍTICO DE L’ALMORXÓ
Ahora que se acercan las celebraciones por la Pascua, en la villa
de Petrer se asociaba indiscutiblemente la Pascua con el paraje de
l’Arenal del Almorxó, ya que durante varias generaciones era el
sitio donde comerse la mona, hasta que se optó por no permitir el
acceso al numeroso grupo de personas que acudían para la
preservación de este espacio natural.
Pero si nos remitimos al
ámbito arqueológico, algunos bancales próximos al Arenal situados
en la margen izquierda de la rambla de Caprala, constituyen un
yacimiento de gran interés al ser de los más antiguos del término
municipal donde se ha comprobado la presencia de una comunidad
humana, siendo datado en el periodo neolítico (inicios del V milenio
cal BC) gracias a la identificación de un reducido lote de útiles
líticos y algún fragmento de vasija cerámica, pues no se han
efectuado excavaciones arqueológicas en este lugar.
A este
yacimiento lo denominamos l’Almorxó. Las piezas líticas,
empleando el sílex, corresponden a herramientas creadas por los
integrantes de la pequeña comunidad agricultora y ganadera como son:
raspadores sobre lascas, buriles para perforar las pieles, fragmentos
de lascas, denticulados para el trabajo de la madera y el
descuartizar los animales cazados, núcleos prismáticos, segmento de
doble bisel para formar la armadura de las flechas, etc. Estas piezas
deberían de estar depositadas en el Museo Arqueológico de Elda,
como se indica en la publicación arqueológica, aunque no las hemos
podido localizar (Segura y Jover, 1997).
Como estudian los doctores
en Prehistoria Francisco Javier Jover -primer director del Museo
Dámaso Navarro- y Palmira Torregrosa (2016), podría ser un pequeño
asentamiento, a modo de granja, con pequeñas cabañas de tendencia
circular semiexcavadas en el suelo y con áreas de actividad
distribuidas en su alrededor próximo, como ocurre en otros
yacimientos parecidos en municipios próximos (Jover y Torregrosa,
2018).
Estos investigadores también plantean la hipótesis de que
estas evidencias arqueológicas se puedan relacionar con la presencia
de diferentes comunidades familiares, que vivirían a lo largo del
valle del río Vinalopó, cercanos a la ribera del mismo, dedicándose
a una agricultura de subsistencia basada en el cultivo de los
cereales -básicamente trigo y cebada- y leguminosas. Junto a la
agricultura también se dedicarían a la ganadería, pudiendo criar
pequeños rebaños de cabras y ovejas, aunque también vacas y
cerdos.
La caza también sería una actividad que practicarían para
completar su dieta. Aunque ya nos encontramos con unas comunidades
sedentarias, que han dejado de perseguir a los rebaños para cazar,
estos grupos podrían trasladarse a otras zonas próximas cuando las
tierras se agotaran por su uso agrícola. Como ya se ha comentado en
otras ocasiones, el valle del río Vinalopó actúa como un eje de
comunicación y contactos desde el interior de la meseta hasta la
costa desde la época prehistórica, por lo que Javier Jover y
Palmira Torregrosa plantean que los pobladores de los primeros
asentamientos agrícolas de Petrer pudieran proceder desde la zona
norte de la provincia de Alicante, concretamente de la cuenca del río
Serpis y los territorios colindantes, atendiendo a la similitud de
las herramientas líticas y cerámicas encontradas (Jover y
Torregrosa, 2018).
PARA SABER MAS
Podemos tener más información de este yacimiento, que es uno de
los más antiguos de Petrer en las publicaciones de Gabriel Segura y
Francisco Javier Jover Poblamiento prehistórico en el valle de Elda,
del año 1997, y en el capítulo titulado “Arqueología en Petrer:
algunas notas sobre las ocupaciones prehistóricas” del libro
Petrer. Arqueología y Museo, editado en 2018 para la exposición de
Petrer en el MARQ y que está firmado por el propio Jover y Palmira
Torregrosa.