Montcabrer por el Barranc del Cint
Por: José Antonio Esparcia
Con esta cuarta entrega cerramos, de momento, la serie de
itinerarios dedicados a la Sierra de Mariola. Quedan para otras
ocasiones nuevas propuestas, ya alejadas del entorno del Montcabrer,
menos conocidas, pero también muy apetitosas para andar: Las
Buitreras, El Sotarroni o el entorno del Nacimiento del Vinalopó
serán, seguro, buenas opciones para andar por esta sierra.
Para la
ruta de hoy -18 Km y 850 metros de acumulado en subidas- tendremos
que dirigirnos a Alcoi, a la carretera CV–976, conocida como “del
Preventori”, para dejar el vehículo en el aparcamiento que hay
justo en una cerrada curva a la entrada del barranco, junto a la
cartelería de los senderos GR-7 y PR-CV 57. Desde Petrer, no
tardaremos más de media hora. Comenzamos la marcha dejando a la
derecha las ruinas de la llamada Fábrica del Llonganisero, antigua
cerámica de tejas, adentrándonos en lo que enseguida es un cerrado
desfiladero de altas y verticales paredes.
Caminamos por un sendero
empedrado que en los años ochenta, después de muchas protestas,
tuvo que realizarse para cubrir un feo tubo de hormigón que se
instaló para bajar las aguas procedentes de una perforación del
acuífero en la cabecera del barranco. El resultado es que quedó un
sendero muy cómodo de caminar y que no afea el entorno, al
contrario. Durante una buena parte del año encontraremos, según
vamos remontando la senda, agua en pequeñas pozas y canalillos y, a
izquierda y derecha, altos acantilados que parece quieran cerrar el
cielo.
En poco tiempo llegaremos a la Font del Pastoret, luego a la
izquierda veremos el llamado Mas del Potro y enseguida la Font de la
Teula. Caminamos a ratos por el lecho del desfiladero y a ratos por
el sendero empedrado. Éste se termina pocos metros antes de llegar
a una bifurcación con un camino a la izquierda y otro recto que es
el nuestro. Desde este punto vemos a la derecha un gran mas, el Mas
del Bunyolero. Seguimos un poco más para llegar a un camino
asfaltado con una alta caseta, es el pozo del referido tubo.
Tenemos
que continuar por este camino casi dos kilómetros para llegar a Les
Casetes de Vilaplana. En este punto, dejamos el asfalto y giramos a
la derecha por camino de tierra. Ir atentos pues a unos doscientos
metros, en una curva a la izquierda, nos salimos por un sendero a la
derecha, en continua subida y casi un kilómetro después estaremos
en el Coll de Sabata. Hay un camino a la izquierda y otro a la
derecha, nosotros seguiremos subiendo por el sendero de enfrente
otros cuatrocientos metros hasta llegar a un nuevo cruce.
En este
cruce el sendero de la derecha pasa por el Mas del Talecó de Dalt y
lleva a Cocentaina, el de la izquierda va al Mas dels Capellans,
seguimos recto por el sendero de enfrente otro medio kilómetro, ya
subiendo por terreno calcinado en el último de los grandes incendios
que demasiado habitualmente asolan esta sierra, dejamos un senderito
a la derecha, en subida y nos vamos por el de la izquierda, pasaremos
por dos pequeñas fuentes, casi siempre secas, son la Font Juliá y
la dels Bassiets. Poco después salimos de la zona quemada y cruzando
el Barranc del Carrascalet llegamos a la senda que por la izquierda
viene de la Foia Ampla.
Subimos por ella hacia la derecha y poco
después llegamos, de nuevo al sendero GR-7 desde este punto solo nos
llevara una media hora ir y volver a la cercana cima de El
Montcabrer. Regresaremos a este punto para caminar por el GR-7,
dirección Sur por Les Penyes Monteses primero y luego, en continua
bajada, por suelo quemado en el incendio de Julio del 2014 hasta
llegar, de nuevo, al Coll de Sabata. Desde el collado bajaremos por
una buena pista forestal dirección Sur y en una pronunciada curva a
la izquierda cogeremos un sendero también a la izquierda que nos
evitara el gran rodeo que da el camino.
Al fondo iremos viendo las
ruinas del Mas de Serrelles que están junto al camino y a la derecha
una mancha arbolada de pinos, almeces, carrascas, plátanos, un
sinfín de árboles y arbustos salvados con mucho esfuerzo del
incendio de 2014. En este lugar, orientado al Sur, y al abrigo de
altos paredones, está la Font de Serrelles y todo un conjunto de
pequeñas instalaciones recreativas donde el agua es la estrella
protagonista, todo se construyó poco a poco, con altruismo y a lo
largo de varias generaciones por veteranos amantes de la naturaleza
que aquí encuentran su pequeño “paraíso”
Una vez visitado este
bucólico rincón, salimos en bajada por un pequeño camino que nos
deja en otro más grande, el que viene de Sabata. Bajamos doscientos
metros y nos salimos de él por una senda a la derecha. Iremos
bajando por esta senda hasta llegar a las calles de una urbanización
inacabada, vamos girando a la derecha, pasamos por las ruinas de la
antigua cerámica tambien por la Font del Xorrador y enseguida
divisaremos la entrada al Cint y nuestro coche.