¿Podemos infectar a nuestro gato de COVID-19?
Gatitos en apuros / A principios de mayo, se registraba el primer caso de un gato con
coronavirus en España. Negrito, como se llamaba el animal, residía
en un hogar en el que varios de sus miembros estaban infectados.
La
cardiomiopatía hipertrófica, afección que presentaba previamente
al contagio, fue la causa de que se le decidiera practicar la
eutanasia. Posteriormente, su cuerpo fue enviado al Centro de
Investigación en Sanidad Animal, donde las pruebas revelaron que
Negrito presentaba una carga vírica baja de SARS-CoV-2. Con él, ya
eran seis los casos detectados de gatos con COVID-19 en el mundo.
En
fechas aún más recientes, un proyecto piloto de investigación
llevado a cabo en La Rioja confirmó otro caso más, de nuevo un gato
que convivía con una persona enferma. Tal como informa la
Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), estudios en
laboratorio han puesto de manifiesto que los gatos son la “especie
más susceptible al SARS-CoV-2”. Sobre el terreno, éstos así como
los grandes felinos, los perros y los visiones han dado resultado
positivo en casos en los que han entrado en contacto estrecho con
personas que se sabe o se sospecha que estaban infectadas por el
virus.
Por el contrario, todavía no se han encontrado evidencias
hasta la fecha de que los animales estén jugando un rol
epidemiológicamente relevante en la propagación del virus entre
personas, siendo la transmisión de humano a humano la principal
causa de dicha propagación. Como confirman los hechos y las
investigaciones realizadas hasta el momento, nuestros gatos son
vulnerables al COVID-19.
Por eso, al igual que nos cuidamos a
nosotros/as mismos/as y al resto de la familia, debemos hacer lo
mismo con nuestros peludos. En este sentido, la Organización
Colegial Veterinaria ha difundido una serie de pautas que nos
orientan para mantenerlos a salvo. La entidad recomienda evitar el
contacto con gatos, perros u otros animales de compañía en caso de
presentar síntomas asociados al COVID-19 (tos, fiebre, dificultad
para respirar).
Asimismo, es preferible que otra persona se encargue
del animal si se ha contraído el virus y, si esto no es posible,
usar mascarilla y lavarse las manos antes y después de entrar en
contacto con él, sus alimentos o sus cosas. Por último, aconseja
avisar telefónicamente al/a veterinario/a antes de llevarlo a
consulta en caso de que nuestro compañero felino haya estado en
contacto con una persona enferma. En definitiva, se trata de extender
las recomendaciones higiénicas también a nuestra familia animal
para que todos/as estemos a salvo.