Consejos para que las plantas superen la ola de calor
El verano es una época dura para las plantas. Aunque es en esta
estación cuando la mayoría de las especies experimentan su
floración, las altas temperaturas, la acción de los rayos de sol y
los bajos niveles de humedad pueden provocar que se sequen e incluso
que mueran
Uno de los factores fundamentales para que las plantas
tengan un buen verano, sobre todo los días en los que los
termómetros alcanzan altas temperaturas, es el riego. Debe de ser
abundante pero hay que tener en cuenta algunas cuestiones:
Hay que
respetar los horarios de riego: por la mañana temprano, por la tarde
cunando ya se ha puesto el sol o durante la noche. Regar en las horas
de calor representa un derroche de agua por la evaporación pero,
además, puede dañar a las plantas por el “efecto lupa” que las
gotas ejercen sobre los rayos del sol.
Cerca de las plantas es
recomendable colocar uno o varios recipientes con agua para que al
evaporarse les trasmita humedad.
Las plantas en maceta necesitan
más agua que las plantadas en suelo ya que las raíces de éstas
últimas pueden buscar humedad y nutrientes en el sustrato pero las
que están en un tiesto dependen solo del agua de riego.
No hay que
olvidar que las plantas en macetas de cerámica o de otros materiales
porosos, así como de boca grande, necesitan más agua que las que
están plantadas en tiestos de plástico o de boca más pequeña.
Pero además del riego, un factor importante para proteger a las
plantas de los rigores del verano es evitar la exposición directa a
los rayos solares. Estos pueden quemar o deteriorar, gravemente, las
hojas, flores y otras partes de las plantas por eso es conveniente
colocarlas en espacios luminosos. Se debe de prestar atención a las
hojas y flores marchitas para podarlas lo antes posible con el fin de
evitar desaprovechar humedad y nutrientes.
También hay que tener en
cuenta que, como las paredes irradian calor cuando están expuestas a
altas temperaturas, es aconsejable colocar las macetas lejos de
ellas. Por otra parte no hay que olvidar que el verano es la estación
en la que las plagas y enfermedades más afectan a las plantas. Si
bien cada especie es atacada por distintos insectos o bacterias, el
consejo general para protegerlas es revisar con atención todas las
partes de la planta y actuar cuando se detecte la menor señal.
También en estos meses de calor es cuando casi todas las plantas
necesitan más nutrientes debido a que se encuentran en plena etapa
de floración. Por eso, se deben de aplicar más abonos y
fertilizantes que en el resto del año. La cantidad y el tipo de
abono o fertilizante dependerá de cada especie.