Una fuente para la plaza
Por: Mari Carmen Rico Navarro Cronista oficial de la Villa de
Petrer
La plaça de Dalt es sin duda una plaza mágica como ya dijo en su
día mi buen amigo Tomás Ferrer García. En esta ocasión nos
ocuparemos de la fuente que hubo en este entorno urbano. Pero para
hablar de ella es preciso hablar antes de la fuente de San Bartolomé,
ubicada en la calle Gabriel Brotons, fue trasladada en el año 1950 a
la plaça de Dalt.
Sobre la fuente de San Bartolomé no tenemos
ninguna fotografía solo un dibujo de Francisco Bernabéu Francés,
el recordado “Francisquet”. Fue inaugurada y bendecida el 24 de
agosto de 1881, festividad de San Bartolomé Apóstol.
La
inauguración tuvo lugar tras la misa y después el clero y la
corporación municipal se dirigieron en procesión hasta la fuente.
En el acto participó la banda de música y se dispararon “fuegos
artificiales y se bailaron danzas al estilo del país por ocho
días”. Fue conocida como la de los cuatro chorros y estaba en “la
plazoleta de la calle San Vicente” (posteriormente, en 1939, a este
tramo de la calle se le denominó Gabriel Brotons), según reza la
documentación de la época.
En este espacio tuvieron años después
su comercio de tejidos Luis Vera, la tienda de Mª Pepa la Paneta que
vendía productos de alimentanción y, más recientemente, estuvo la
tienda de ultramarinos de Elena Payá la Ele. Los padres de Elena,
Ezequiel Payá el del Ginebre y Leonor, vivieron siempre allí. Esta
fuente daba a la casa de Ramón Vera el Corretger, que tenía una
puerta grande de dos hojas, en la misma entrada trabajaba el padre
con los arneses de caballerías.
Al lado vivían la Paneta y Diego. Y
en la esquina Paquito Verdú, que destacó por su afición al dibujo.
En la esquina de la calle que sube hacia la plaça de Dalt vivía
María la Rocheta, donde los más pequeños compraban el chocolate
ATMATLLER, para coleccionar los cromos de Ricardo Zamora, Alcántara,
Samitier, etc. En el año 1934 contaba solamente con dos caños y en
1950 fue trasladada finalmente a la plaça de Dalt. La fuente de San
Bartolomé dio algún que otro problema a lo largo de su dilatada
historia (1881-1950).
En este sentido, en 1905, veinticuatro años
después de su inauguración, se tuvieron que realizar obras en la
tubería de desagüe de la fuente que iba a parar a la Bassa Fonda
tras pasar por el nº 2 de la calle Miguel Amat, vivienda y huerto
propiedad de Miguel Amat Broqués. En 1926, el vecindario se quejaba
para que las autoridades tomasen las medidas necesarias y procurasen
que las fuentes del pueblo estuviesen bien arregladas; “pues la de
San Bartolomé que es una de las principales, está siempre
saliéndose, haciendo intransitables las calles llamadas de primera
clase Sagasta y San Vicente”.
Al año siguiente, 1927, se inauguró
la nueva fuente que sustituyó a la primitiva. Algunas casas y
establecimientos como la barbería de Eliseo Poveda el Caragol,
situada en la calle Vicente Amat, no tenían agua corriente y tanto
para el consumo y las necesidades de la casa como para atender a los
clientes se desplazaban primero a la fuente de Gabriel Brotons y
después a la de la plaça de Dalt hasta que en 1955 se pusieron
ellos el agua corriente, aunque algunos hogares de Petrer ya la
tenían desde hacía años.
Volviendo a la fuente de la plaça de
Dalt decir que la más próxima a la misma era la de la calle San
Rafael que se instaló tres años antes, en 1947, debido a la
insistencia del vecindario de esa calle y adyacentes. El
Ayuntamiento, presidido por Nicolás Andreu, creyó que era
conveniente poner fuentes de carácter público que sirvieran para el
uso, el consumo y para cubrir las necesidades domésticas de aquellas
zonas cuyos vecinos venían reclamando con frecuencia el mencionado
servicio.
Las fuentes de Petrer fueron siempre lugares de reunión y
convivencia y contribuyeron a embellecer y dar un carácter especial
a nuestro pueblo.
Con esta crónica acaban las dedicadas a esta plaza
mágica que hemos publicado en recuerdo de Manuel Jesús Brotons
Hernández creador de una página de Facebook con este nombre. Sabes
que tu memoria seguirá siempre viva. Cresolet la teua llum i el teu
record són eterns.