Venus atrapamoscas, sarracenias, nepentes, darlingtonias o lirio cobra y droseras son algunas de las más de 600 especies de plantas carnívoras que no dejan de asombrar tanto por su rara belleza como por sus trampas para cazar insectos. Aunque de tamaño pequeño, destacan por su gran potencial decorativo en interiores
Las plantas carnívoras se pueden clasificar según el sofisticado mecanismo de trampa para cazar insectos que han desarrollado. Entre ellas, encontramos las de hoja en forma de pinza que se cierra cuando un insecto roza sus sensibles cilios, una especie de apéndices en forma de pelo; las de hojas que se cruzan sobre la presa; las de hojas en forma de jarra como una tapa y las de trampa de tipo trompeta en las que el insecto entra pero no puede salir con contar con unos pelos orientados hacia dentro.
En algunas especies las trampas se marchitan y tienen solo una vida útil de tres o cuatro capturas pero después producen otras trampas nuevas.
Aunque no todas las plantas carnívoras exigen los mismos cuidados, existen una serie de cuidados generales para todas ellas.
Es recomendable ubicarlas en un lugar en el que reciban mucha luz natural para que produzcan más trampas y conserven su colorido. Además, requieren de un ambiente cálido o templado con el fin de que puedan disfrutar de una humedad ambiental incluso en invierno. No hay que olvidar que no sobreviven a temperaturas que bajen de -2·C y siempre alejadas de la calefacción.
Las plantas carnívoras se pueden cultivar en castas y tiestos colgantes, troncos o soportes adosados a la pared, utilizando un sustrato muy pobre pero ácido y húmedo.
En cuanto al riego, cabe indicar que lo mejor es regarlas con agua de lluvia o, en todo caso, destilada o de muy baja mineralización puesto que no toleran la presencia de la cal en el agua. Asimismo, conviene regarlas por inmersión para evitar mojar las trampas, excepto algunas especies como los nepentes, que deben de regarse por arriba o mediante pulverizaciones, sin olvidar que el sustrato debe de estar siempre mojado pero no encharcado.
Mosquitos, hormigas y otros pequeños insectos constituyen la dieta natural de las plantas carnívoras. En caso de que no pudieran cazarlos por su cuenta, habría que procurárselos.
Como alternativa, se les puede dar alimento para peces de acuario puesto que contiene varios nutrientes que pueden absorber fácilmente.
