Juan Manuel Martínez Albert
Desde hace unos años, empujado por circunstancias personales, me cuesta conciliar el sueño; en ocasiones paso gran parte de mis noches en blanco tratando de mantener la cabeza y el ánimo sumergidos en un forzado baño de serenidad, huyendo de la televisión y tratando de enfrascarme en algo lúdico que me sosiegue.
Leo, hago sudokus y escribo Haikus cuando la inspiración acude en mi ayuda. Los Haikus (poemas japoneses de tres versos con cinco, siete y cinco sílabas, respectivamente) me evaden de las preocupaciones más mundanas y me sumergen en ese fluido, no siempre transparente, en donde la fusión de las ideas y las palabras se retuercen de modo sibilino dando espesor y solidez a la imaginación en busca de algo relajante y placentero.
Por ello, invito a quienes lo deseen, a escribir Haikus; a sabiendas que no siempre se logra completar alguno con resultado satisfactorio, pero cuando se produce el “milagro” os aseguro que ese “orgasmo literario” no se olvida e invita a releerlo de manera continuada en días sucesivos, máxime si contiene alguna idea que pueda trasladarse como mensaje o despierte reflexión en quien lo lea.
A modo de ejemplo, me permito publicar tres (de unos 2.500 que llevo escritos) que acabo de escribir en esta tarde-noche de domingo, aniversario del atentado contra las Torres Gemelas.
Nada más. Saludos y ánimo.
“Niños del mundo
Cuando tengáis el poder
Trabajad la paz”.…………………………………….(Esperanza)
“Blanca paloma,
Ucrania te reclama,
Regresa pronto”………………………………………(Súplica)
“Dar felicidad,
Misión humanitaria
De las personas”…………………………………..(Y de los seres vivos)