El acto del Pregón se celebró en la Plaça de Dalt
En su pregón, Begoña Tenés animó a los petrerenses a que salgan a la calle a celebrar las Fiestas Patronales, recordando que son una cajita llena de tesoros que guarda las tradiciones más importantes de Petrer
Amparo Blasco Gascó/ “En un mundo en lo que lo digital, lo tecnológico, nos ha convertido en seres cada vez más individualistas, más aislados y deshumanizados, mantener las tradiciones nos devuelve la esperanza, nos une, nos hace más humanos, más libres”. “Salgamos a la calle, convivamos, bailemos al son de nuestra música tradicional, vivamos también, en algún momento, un cierto recogimiento en familia”. “Celebremos la vida aquí, en este lugar maravilloso y privilegiado en el que nos ha tocado vivir”
“I ara sí, en la llengua del meu poble, dels meus avantpassats, anuncie, amb el cor ple d´alegria i d´agradiment, que ja comencen les Festes de Petrer en honor a la Mare de Déu del Remei”
Así concluía la actriz petrerense Begoña Tenés Navarro su pregón de las Fiestas Patronales que ayer noche tuvo lugar en la Plaça de Dalt.
Llegó al balcón, desde el que pregonó las Fiestas Mayores, acompañada de la primera autoridad municipal, Irene Navarro, de la concejala de Fiestas, Ana Tortosa, y del pregonero de las Fiestas de la Virgen del pasado año 2021, el empresario local Luis Chico de Guzmán Martínez.
Previamente, Begoña Tenés se había acercado al Ayuntamiento de Petrer, arropada por familiares y amigos, para firmar en el Libro de Honor del Consistorio, dedicando unas cariñosas palabras al pueblo de Petrer y agradeciendo su nombramiento como pregonera porque para ella suponía un gran regalo.
Arrancó su pregón subrayando que supo lo que, realmente, significaba su pueblo cuando vivió durante ocho años fuera de Petrer, recordando que cada vez que volvía necesitaba impregnarse de Petrer, caminando por las montañas y parajes del término municipal, acercándose a la ermita del Cristo o paseando por las calles del casco antiguo.
Además, compartió con el público presente como vivía de pequeña, con la inocencia de una niña las Fiestas de la Virgen, en la calle San Hermenegildo y como su madre le compraba ropa de invierno para estrenar el Día de la Virgen aunque el sol brillara como nunca e hiciese calor.
También trajo a su memoria como vivía la Salve Marinera, la Alborada, los almuerzos en su barrio y la llegada del pasacalle de banda de música así como las visitas a otros barrios.
Tampoco se olvidó de la música tradicional, de los “nanos i gegants” y las “carasses” ni de cómo se estremecía cuando veía a la Virgen del Remedio.
Unas Fiestas Patronales que cuando pasaron los años dejó de vivir con la inocencia de una niña, pasando a disfrutarlas por la noche y no por el día. De esa época recuerda que, tras pasar con las amigas la tarde en locales como Tasca Tonel o Jamaica, se acercaban a los conciertos que, en esos años, se celebraran en lo que es hoy en día los Jardines Alcalde Vicente Maestre Juan, y a las verbenas de los barrios.
Años que le evocan también muchos recuerdos, especialmente, la comida familiar en el comedor de casa de sus abuelos, que solo se abría dos veces al año y en la que no faltaban las faseguras. Una comida a la que nunca faltaba aunque se hubiera acostado bien tarde.
Con el paso de los años, reconocía que ha vuelto a vivir las Fiestas de la Virgen más por el día, compartiendo ahora el “Correfoc”, la “mascletà” con sus hijos, familiares y amigos.
Antes de pregonar a los cuatro vientos el inicio de las Fiestas Patronales, Begoña Tenés aseguró que son como una cajita llena de tesoros que contiene las tradiciones más importantes de Petrer. Agradeció a todos los que han trabajado por y para las Fiestas de la Virgen, tanto a los que ya no están como a los que sigue aquí, destacando la labor de la Colla El Terròs, de la Cofradía de la Virgen, de las bandas de música, de la Colla Gent de Nanos, a los que siguen saliendo en las “Carasses” manteniendo la tradición, a la Asociación Kaskaruja y a todas aquellas personas que desde el anonimato trabajan por sus barrios.
