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viernes, 17, mayo, 2024

Los Moros Viejos a través de la Historia museística

Por: Vicente Poveda López

Las fuentes principales de la Historia son las fuentes escritas; son básicas para el aporte de información que permite estudiar, analizar y reconstruir el pasado, y es a partir del Medievo cuando es más perceptible. El concepto de “Fuente Escrita Única” es demostrativo, o la “Documentación Inédita”; donde se conservan legajos en los archivos históricos, sin examinar. Igualmente, hay documentos publicados de  “Fuentes Librarías”, de temática y estudio diverso. La historia se investiga y se muestra, pero no es recomendable legislarla. Los documentos más antiguos que poseemos de nuestra fiesta son los Capítulos de la Hermandad (20.05.1821) y los Capítulos Informados (Bando Municipal 12.05.1822), el siguiente expediente, cita a la comparsa de Moros (Viejos) de Petrer en 1858, por el cronista de Alicante Juan Vila y Blanco. Entre esas dos fechas hay un vacío documental de 36 años de nuestra fiesta, pues, echamos mano a un objeto material festero, como es el trabuco del Moro, José Poveda Beneit “El Chato”, reseña: 1852,  según fotografías adjuntas.     

Nuestras ascendencias dejaron testigos mudos de trazas materiales, una forma de vida que la arqueología analiza e interpreta. También, el objeto, entendido como documento, hasta los utensilios, trajes, pinturas, fotografías, esculturas, las canciones filtra un determinado espacio. Incluso las vías de comunicación o el desarrollo de los pueblos, son muestras de un pasado analizado por los expertos. Evaluar objetos aprovechados por nuestros antepasados en su cotidianidad; definir los lugares creados; examinar sus obras físicamente, cambia el condicionamiento de -si las piedras hablaran- por la afirmación de que -las piedras hablan-. Observar la realidad material permite concienciar los límites históricos bajo el prisma de la escritura para descubrir la Historia desde la cultura material. Existen imágenes que por la circunstancia que fuere, no  plasman la realidad: Por poner un ejemplo, insertamos una fotografía festera, que si miramos la imagen, interpretaríamos que había niños de Rodela en las comparsas de Petrer, cuando la realidad responde a que la foto fue circunstancial.

La iconografía es una fuente de la Historia,  para la Historia de la cultura material y de la vida cotidiana, como para la Historia de las mentalidades y de los sentimientos. Vivimos en una sociedad que parece que los objetos han de entrar por los ojos, por lo que se crean productos visuales con tecnologías de la información. Es lo que hacían nuestros antepasados; el pueblo iletrado debía leer las imágenes pintadas, e interpretar y captar el mensaje de  los sucesos rutinarios explicados. Hay documentos fotográficos reales de contenido desigual: Aportamos dos fotografías de Moros Viejos, no es fácil saber quién es el mejor Cabo de Escuadra: Juan Poveda, además de blandir la gumía con maestría, se contornea en el más puro estilo marcial. La otra foto, es nuestro hermano, José Luis, abriendo los brazos sustenta en una mano una bolsa de caramelos y chucherías, asegurando el éxito con la chiquillería, y si observamos sus pies, realiza un trenzado con pirueta, que consigue embelesar al público adulto.       

Pues, en la sala del “Centre Espai Blanc”, junto al Teatro Municipal Cervantes (29.04 al 16.05.2022), visitamos una muestra del patrimonio y de la historia de Petrer, titulado “Desfilando a través de la Historia 1821-2021”: El vestíbulo ofrece una pincelada de lo que íbamos a presenciar: enfrente la última farola de los Moros Viejos, datada en 2012; a la derecha, algunos banderines de las distintas filas de la comparsa, a la izquierda, una enorme y centenaria estampa de los Moros que representa la superación de las vicisitudes de aquella época, de escasas lluvias, sinónimo de malas cosechas, desfavoreciendo a la propia fiesta. La sala expositiva, ofreció una parte de la evolución y la trayectoria de los Moros Viejos, con una amplia colección de piezas: vestimentas, trabucos de la primera mitad del siglo XX, cartucheras de latón, almohadillas bordadas para el retroceso del arma en el hombro, el primer cañón de la comparsa (1953-1971), farolas, banderas, documentos, fotografías, programas de fiestas, grabados, la Colla Moros Vells o la partitura “20 de mayo”, emotivo pasodoble compuesto para el Bicentenario, por José Ángel Carmona Parra (Petrer, 1969). Los fondos exhibidos merecen una descripción detallada, pues, no me resisto a comentar aunque sea uno: la recreación del traje de abanderada de la primera mujer que tuvo el atrevimiento de enarbolar la bandera de los Moros (Viejos), sustituyendo al Alférez o Abanderado en 1905, la joven Ramona García Brotons (Petrer 1886-1970). La tía Ramona aportó valores femeninos, tomó la iniciativa en una época en declive, enarbolando la bandera del año 1890, animando a los Moros para que potenciasen la tradición centenaria, y logrando toda una institución: La Abanderada de Petrer.       

Un museo etnográfico y etnológico, la diferencia es cuestión de matices. La sala mostraba la fachada de la ermita de San Bonifacio de cartón piedra y tablas, en su puerta, la imagen del Mártir, de escayola (1940), o el tradicional “Dia de la Coca”. Un dato curioso, los “Capítulos que presentan los directores para el buen orden y régimen de la fiesta” Según un investigador alcoyano:-La primera regulación festera conocida data de 1839, y probablemente es la primera que se hizo, pues no se menciona ni deroga a otra anterior-. (Mansanet Ribes, J.L.- M.C, Alcoy: 1964:91). La ciudad de Alcoi posee este reglamento festero de 1839, en cambio, en Petrer, como sabemos, los Capítulos de la Hermandad son anteriores (1821). A mi entender, otro de los objetivos de esta exposición, es seguir acopiando información, nuevas investigaciones, enseres y nuevos datos que aporten y enriquezcan la colección museística existente.                            

Intentar completar las tradiciones de los movimientos de los Moros (Viejos) en su descripción. Coincide en los utensilios del siglo XIX, aproximándose a los hábitos en su forma metódica. Una exposición que despliega una parte significativa de la Historia de Petrer y de la grandeza de la comparsa. Una muestra hecha de pedacitos de la extensa tradición festera, que iluminó la sala expositiva; que hizo despertar la primavera; que consiguió dibujar el ingenio y potenciar la musicalización de la conmemoración del Bicentenario de los Moros Viejos de Petrer (1821-2021).  

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