Por: SANTIAGO ALMENARA
Cuando Alfonso XIII le otorgó a D. Miguel de Unamuno la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, este manifestó: “Me honra, Majestad, recibir esta cruz que tanto merezco”. Lo mismo podría haber dicho Juan Conejero cuando el pasado 26 de marzo recibió la Mención al mérito cultural de nuestro Ayuntamiento. Sin duda alguna se merece este galardón que la corporación municipal le otorgara un año antes.
A diferencia de Unamuno, Conejero es un hombre modesto y sencillo, cuya contribución a nuestra cultura no ha consistido en la escritura de libros o la realización de investigaciones sobre nuestro pasado, sino en su papel como promotor, como favorecedor de su realización por otros desde un puesto de representación popular alcanzado por la confianza depositada por los electores en su grupo político.
Esta labor suele pasar desapercibida porque el espectador desconoce que detrás del libro publicado, el escenario lleno de actores o la charla del famoso conferenciante, hay una gestión que se inicia con un proyecto que hay que presupuestar y discutir con otros compañeros que también defienden las necesidades de sus respectivas parcelas de responsabilidad. Pero nada es por casualidad y solo el trabajo, la constancia y la determinación pueden hacer que una política cultural llegue a buen término.
Juan Conejero, en sus dos etapas como concejal de cultura, siempre se entregó a su trabajo y tuvo esa constancia para que poner en práctica aquellas ideas que consideró convenientes como el Otoño Cultural, los Concerts d’estiu que siguen llenando nuestra vida cultural. Juan se ha dedicado a la política, pero nunca dejó su trabajo, no es por tanto un político profesional. Por otro lado, es de los pocos que se ha sentado en el Pleno del Ayuntamiento como Concejal y en la Mesa de la Unión de Festejos como Presidente de una Comparsa, en su caso de Beduinos, lo que acredita su amor por nuestro pueblo y sus tradiciones.
La entrega del diploma tuvo lugar en un acto sencillo, que abrió un cuarteto de cámara de la Unión Musical con una magnífica interpretación de Mozart, y en el que, además del homenajeado, tomaron la palabra el actual concejal, nuestra cronista local y la alcaldesa, quienes coincidieron en glosar la labor de Juan en la década y media en que ejerció como regidor de cultura. Conejero agradeció el reconocimiento y recordó a sus colaboradores y a algunos de los que, a su juicio, merecen también este reconocimiento, No faltaron unas palabras sinceras a su esposa, hijos y demás familia que compartieron con él tantas alegrías y algún que otro desengaño.
Mil veces se ha escrito que la vida es injusta, y la política todavía más, y que nunca se reconoce el trabajo y la dedicación de quienes se lanzan al servicio público, ya que dedicarse a la política es siempre sospechoso. Por eso es una alegría que, al menos por una vez, alguien, como Unamuno en su día, reciba el reconocimiento público y oficial que merece.
