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viernes, 3, mayo, 2024
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Nosaltres, els Moros Vells

Por: Vicente Poveda López

En el teatro municipal Cervantes de Petrer había  un público expectante (27.11.2022), por la presentación del libro del Bicentenario de los Moros Viejos (1821-2021). Entre los asistentes, predominaban festeros de las distintas comparsas. Los recuerdos se agolparon por los festeros ausentes, en ocasiones, cuando conversaban sobre la antigüedad de nuestra fiesta, solían decir: -Els Moros son tan vells com la propia Festa-. También, memorice una tertulia en el bar “El Fester”,  con uno de los presidentes de los Moros Viejos, que la presidio 22 años, en dos mandatos distintos. Me dijo, visiblemente emocionado, que tenía la fecha  idónea para que la comparsa conmemorase su fiesta más que centenaria. Aunque no me dijo, de que celebración se trataba, pensé que la celebración más inminente, por entonces, era el Centenario de las Abanderadas (2005), pero no pudo ser, ya que Evaristo Pla Medina (Petrer, 1932-2001) nos dejo cuatro años antes. Sin duda alguna, ha sido una aspiración de la señera comparsa de Petrer, el deseo de conocer su origen datable.

Arrels Festers. Con antelación, la ocasión vino por sí sola, en 1985, se localizaron documentos sobre la fiesta: el vicario don Jesús Navarro Segura, encontró arrinconado en las estanterías de su casa varios pliegos, y resultó ser los Capítulos de la Hermandad para la festividad de San Bonifacio, Mártir (20.05.1821). Los investigadores locales, consiguieron recuperar otros definibles documentos. En ocasiones, la silenciosa y solitaria tarea de localizar nuevas aportaciones históricas, consigue serenar  los animós. Hasta que un Moro Viejo volvió a remover los polvorientos legajos, y siguió penetrando en las raíces festeras, consiguiendo estimular los aletargados inviernos. De esa manera, incitó la esperanzadora ilusión de los Moros Viejos por los célebres Capítulos de la Hermandad que suministra vida festera a la comparsa. Y el 17 de septiembre de 2022, a Juan Poveda López, lo distinguieron en calidad de Socio de Honor de los Moros Viejos. Aprovecho la ocasión, en nombre de las familias de los “Sevilets” y “Planelles”, para agradecer tan apreciable deferencia.           

Ànima Festera. Los Capítulos de la Hermandad, es el primer documento o reglamento festero que poseemos: convive con la soldadesca con moros y cristianos, con los tambores y con el músico, con la presencia del Embajador, con los refrescos a los tiradores o con el olor a pólvora. Y en tan memorable tarde (17.09. 2022), en un desfile notable, la comparsa desplegó su simbología, con sus intensos colores y sabores de la fiesta. Con una apertura que impresionaba por sí misma, con una representación de las cofradías de San Bonifacio, Mártir, Cofradía de la Virgen del Remedio y Cofradía del Santísimo Cristo de la Sangre del Monte Calvario, con sus iconografías. Una recreación que retrocedía en el tiempo, cuando las tres imágenes eran procesionadas, por una importante efeméride. Pues, a qué alude, sino a un aniversario de 200 años de los Moros, con las imágenes más carismáticas de Petrer. Indescriptible fue la larga alfombra roja, amarilla y verde meciéndose al paso de los pelotones Moros, con la escenificación de dos gigantes, que representan a la tía Ramona y al tío Pajuso, personificando la monumentalidad de la comparsa. La estimable participación de las capitanías desfilando a través de la historia. La presencia de comparsas añejas de otras latitudes festeras con sus estandartes, invitadas para la ocasión, o las banderas de las bandas de música que acompañaron la andadura de los Moros Viejos en su devenir festero. Nos ofrecieron alma festera, en un concierto de variada musicalidad en el recorrido. O una plataforma con la reproducción del busto de San Bonifacio que corona la plazoleta de la ermita, custodiado por ambos lados, por las banderas de las comparsas, arropado por las diez capitanías del presente año (2022), con el acompañamiento de la marcha procesional “Sant Bonifaci”, logrando que el cielo añil fluyese  para escoltar al Gran Desfile Moro…

Tradició Bicentenaria. Con anterioridad, en la sala del “Centre Espai Blanc”, junto al Teatro Municipal Cervantes (29.04 al 16.05.2022), visitamos una muestra del patrimonio y de la historia de Petrer, titulado “Desfilando a través de la Historia 1821-2021”: El vestíbulo ofreció una pincelada de lo que íbamos a presenciar, la enorme y centenaria estampa de la comparsa de Moros que representa la superación de las vicisitudes de aquella época, de escasas lluvias, sinónimo de malas cosechas, que desfavorecía la propia fiesta. La sala expositiva, rememora una parte de su trayectoria y de su evolución, con una colección de vestimentas, trabucos de la primera mitad del siglo XX, cartucheras de latón, almohadillas bordadas para el retroceso del arma en el hombro, el primer cañón de la comparsa (1953-1971), farolas, banderas, documentos, fotografías, programas de fiestas, la Colla Moros Vells o la partitura “20 de mayo”, emotivo pasodoble compuesto para el Bicentenario. Los fondos exhibidos merecen una descripción detallada, no me resisto a comentar aunque sea uno: la recreación del traje de abanderada de la primera mujer que tuvo el atrevimiento de enarbolar la bandera de los Moros (Viejos), sustituyendo al Alférez o Abanderado en 1905, la joven Ramona García Brotons (Petrer 1886-1970). La tía Ramona aportó valores femeninos, tomando la iniciativa en una época en declive, enarbolando la bandera de 1890, y alentando a los Moros a potenciar la tradición centenaria,  logrando con el tiempo, toda una institución: La Abanderada de Petrer.       

Llibre didàctic i formatiu. Si el primer acto celebrado por los Moros Viejos (21.05.1821), en la ermita de San Bonifacio resultó ser una jornada sencilla, pero de calado festero.  Su conclusión, el domingo 27 de noviembre de 2022, fue meritoria, como es el libro del Bicentenario, aunque quede el estreno de la película conmemorativa. Es una obra exclusiva,  de estilo didáctico y formativo, y nuestra primera impresión cuenta, por la calidad del papel utilizado, sobrepasa las 380 páginas y las 1300 fotografías. Al ponente del libro, José Ignacio Máñez, denotábamos la ilusión al finalizar la tarea encomendada, dándole paso a otra colaboradora de la comisión, la presentadora del libro, la mora vieja, María Beneyto, con una disertación de exquisita finura. El presidente de los Moros Viejos, Pepe Rico, conocedor de los enormes actos desplegados, reveló el acierto de contar con los mejores colaboradores, ex presidentes de la comparsa. El presidente de la Unión de Festejos, Enrique Rubio, departió sobre la tradicionalidad de los Moros Viejos. Y la alcaldesa de Petrer, Irene Navarro, elogio la mágica puesta en escena del Bicentenario. La portada del libro de tapa dura, nos llamó la atención, y no necesariamente por el color de los bombachos, si no, porque todas las banderas de la comparsa representan el verde. Es una publicación especial que tiene un tacto cálido, con una cronología trazada en tres secciones, con una selección de colaboraciones literarias, que recoge fuentes documentales, temática y matices, perfiles y cartelería, recortes de prensa y portadas de libros, e imágenes históricas que encumbre una interesante intrahistoria. Es digno de citar, la restauración del documento de los Capítulos, con un minucioso proceso de limpieza, al disponer solo de una copia del original, por lo que aprovechamos la ocasión, de agradecimiento a Kique Navarro.  

Els vells Moros. No quisiera dejar en el tintero, el pasodoble “20 de Mayo”, de José Ángel Carmona Parra (Petrer, 1969), convoca y enamora los sentidos festeros, con referencia a las comparsas de Petrer. A mi entender, contribuye a un evidente enunciado, ya que los viejos Moros eran conocedores de que, cuando una comparsa desaparecía en aquellos difíciles tiempos como fueron: los Romanos, la Catalana o los Garibaldinos, la fiesta se resentía en demasía. Fueron festeros de las postrimeras décadas del siglo XIX y de las siguientes décadas hasta la primera mitad del siglo XX, conocedores y valedores de la significancia de mantener activas las comparsas en la fiesta en Honor a San Bonifacio, por lo cual la letra cita con complacencia a las actuales comparsas: Vizcaínos (1845); Tercio de Flandes (1879); Marinos (1896); Estudiantes (1929); Labradores (1946); Moros Nuevos (1950); Moros Beduinos (1962); Moros Fronterizos (1972) y Berberiscos (1975).     

L` adherència festera. Los Moros Viejos han cumplido con el calendario previsto. Felicitados por el estamento festero, superando las expectativas previstas, y con la estimable colaboración del resto de comparsas de Petrer. No sabemos, si son conscientes de la magnificencia que han logrado escenificar: en las sociedades antiguas, como la griega y la romana, fabricaban coronas con hojas de laurel, en calidad de homenaje a sus súbditos.  De ahí provienen las expresiones: “poeta laureado”, “deportista laureado” o “guerrero laureado”. Y esas cualidades, acertadas por su dedicación y esfuerzo son pasión a los proyectos, seguimiento al corazón, ser decididos, creer en sí mismo y trabajar duro.      

La companyonia festera. En ocasiones, la Fiesta es compromiso, generosidad, trabajo y responsabilidad. Pues, existen festeras y festeros que cumplen con esas premisas, y  que vamos a comentar algunas de las que hemos tenido la suerte de conocer: 

-He visto, el brillo de los ojos de Juan Gabriel Sanchiz, al mostrarme algunas de las fotos antiguas, de las más de 3.800 fotografías que ha logrado recuperar, imágenes que se encuentran en el archivo de  la comparsa.  

-He visto, la contenida delicadeza de José Ignacio Máñez, cuando me mostraba cada una de las páginas del libro del Bicentenario, con detalles minuciosos y distintivos de la comparsa. La comisión asumió el compromiso de realizar un trabajo bien hecho que, por supuesto, es la expresión ilusionante de una obra de arte.

-He visto, una numerosa comisión del Bicentenario, presidido por mi tocayo, Vicente Poveda Poveda, con que discreción y afecto atendían los pormenores del Gran Desfile Moro. El éxito del citado desfile, con toda seguridad, fue su gestación histórica, conocimiento religioso local, constancia, organización, coherencia, y por supuesto,  el compañerismo que presidio tan significativo evento.       

-Con el ex-presidente de los Moros Viejos, Juan Serrano, que ocupaba la “Comisión de Varios”, no tuvimos la oportunidad de saludarnos. Pero, en el teatro Cervantes, requirieron la presencia de los primogénitos de los ex presidentes de la comparsa, y citaron a José López Poveda “tío Lopetes”,  entregándome una pequeña reproducción de la farola de 1890,  mi abuelo materno fue presidente ese mismo año. Estimé una sensación nada fácil de expresar. Mi hermano, José Luis, no pudo asistir, otorgándome una segunda reproducción, la de mi abuelo paterno, Juan Bta. Poveda Bernabé “el Sevil”, presidente en 1918. Cuando me dispuse a bajar del escenario con los dos “farolillos”, lo hice doblemente emocionado.       

La vella casa. Y no sé por qué motivo, vinieron recuerdos de mi padre, de las inolvidables conversaciones que mantuvimos alrededor de la vieja chimenea de mármol rojizo, con aguas en beige, en nuestra casa de la plaça de Dalt. Le gustaba contarme anécdotas de su juventud. A veces, me hablaba de la fiesta, de la “Festa de Sant Bonifaci”: del legado recibido de nuestros antepasados, de los festeros metidos en caballitos bien pintados, de cartón piedra, que danzaban ofreciendo una imagen ritual o del tradicional día de la coca, que era la convivencia de la comparsa en vísperas de fiestas… Y quisiera concluir este trabajo literario, a través de las palabras que tengo grabadas de mi padre, Tista El Sevilet, y creo que es la primera vez, que las doy a conocer por escrito:

Nosaltres, els Moros Vells,

sempre em presumit,            

de no presumir.

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