Basuras por doquier
Recorrer la Rambla de les Molins o de Puça a su paso por el
núcleo urbano, es comprobar como la suciedad esta invadiendo este
gran jardín, al que no cuidamos.
Entre la vegetación y su cauce se
acumulan cientos de bolsas de plástico, latas, botellas y
excrementos. Caminado por la Avd Reina Sofía se puede apreciar como
el gran descampado y sus alrededores, están a rebosar de basuras.
Si subes al Castillo o a las Ermitas en sus ajardinamientos se
constata la falta de limpieza y la mala educación ciudadana.
Caminando hacia Ferrusa y llegando a la Xabola del Forestal en ambos
márgenes del camino, los residuos sólidos urbanos abundan en
demasía.
En los caminos de la Almafrá, las basuras cada vez están
más y más presentes. En la Cantera del Ginebre hay un gran
vertedero ilegal lleno de enseres, plásticos y casquichos. En el
garrofer de la carretera de Catí, en la zona de contenedores de
Caprala y hasta en la zona de descanso del Molí del Turco, hay
basuras por doquier.
Estos son sólo algunos ejemplos, porque
lamentablemente hay más. Quiénes nos gobiernan deberían tomar
medidas urgentes: como un control más eficaz y efectivo a la
empresa concesionaria, dotar a la concejalía de M. Ambiente de más
personal y presupuesto para realizar un mantenimiento adecuado de su
término municipal.
Hay que realizar también campañas de
concienciación ciudadana, que nos inviten a ser más educados con
nuestro entorno urbano y natural. Lo que está claro es que somos por
estos lares, unos mal educados y que, de momento, nuestros
gobernantes se pasan la pelota unos a otros: “que no es mi
competencia, que no hay presupuesto, que la empresa lo hace
bien….” Hay que salir de los despachos para ver que estamos
rodeados por basuras.