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viernes, 3, mayo, 2024
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La recolección de semillas

La recolección de semillas

Si queremos asegurarnos de no perder esas variedades hortícolas de verano que tanto apreciamos o que nos ha sido tan complicado encontrar, es el momento de guardar la simiente para el año que viene.


Estamos disfrutando de unos tomates espectaculares, de pepinos que no amargan, de calabacines que no paran de producir o de berenjenas grandes y tiernas. Está claro que en estos momentos sólo nos preocupamos de disfrutar y compartir nuestras verduras de verano que llevamos un año esperando, por eso sacrificar uno o dos ejemplares para guardar las semillas se nos hace difícil, pero si queremos mejorar nuestro huerto, conservar una variedad que nos está dando buenos resultados y producir nuestros propios planteles para el año que viene, hay que hacerlo.


A la hora de seleccionar la simiente de las variedades de nuestro huerto de las que queremos conservar, es muy importante tener en cuenta:

Que no sea una especie híbrida, para evitar semillas estériles y quedarnos sin plantones o que éstos sean poco productivos.


Que no sea una especie injertada, ya que los frutos no serán de calidad, ni la cantidad de los del año pasado.


Si es una especie foránea hay que tener en cuenta la procedencia, si es de una zona cercana con un clima similar al nuestro la producción debe de ser buena, pero si procede de una región donde las condiciones climáticas son muy distintas, quizá necesite varios años para aclimatarse y que consigamos los resultados del primer año, aunque a veces, el efecto es el contrario y producen incluso más, si las condiciones de clima o suelo han cambiado a mejor.


Y si no queréis fallar, apostar por especies tradicionales, antiguas y cercanas como los tomates de Lietor, morunos de Cuenca, gordales de Ayora, molludos del altiplano de Granada, pimientos choriceros de Albacete, calabazas totanas, entre otras. Sólo nos queda dejar madurar en la planta los mejores ejemplares, con uno o dos de cada especie será suficiente.

Tendremos que sacar la simiente con cuidado, lavarlas para evitar que acaben todas pegadas, secarlas muy bien y dejarlas un día que se aireen para evitar que estén húmedas, meterlas en sobrecitos o trozos de papel para evitar la luz directa y guardarlas en un bote de cristal o una caja, siempre evitando el calor o la humedad. Es importante que acompañes las semillas con un poco de arroz o un trozo de tiza que absorberán la posible humedad residual.


Así podremos conservar nuestras semillas durante varios años y disfrutar de las variedades que tantas alegrías nos han dado.

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