Éxito en el concierto de la Escuela de Música Tradicional
.El director anuncia la apertura de una sede de esta escuela en Sax que ya cuenta con nueve alumnos
Maite Román Cano / Alrededor de 110
personas participaron ayer domingo en el concierto ofrecido por el
alumnado de la Escuela de Música Tradicional en el Teatro Municipal
Cervantes. Desde el aula de jardín de infancia con niños y niñas
de 3 años hasta el coro y las aulas de adultos, todos hicieron una
exhibición de lo aprendido durante el curso que acaba de finalizar
ante la atenta mirada de familiares y amigos que no dudaron en
acercarse hasta allí para presenciar la actuación.
El programa
estaba compuesto de una primera parte en la que el jardín de
infancia interpretó las piezas, “Maketu” y “Somos ciudadanos
del mundo” dirigidos por Enrique Campello; el grupo de iniciación
a la percusión tocó la pieza, “El tío Pepe” dirigidos por
Rubén Lajara y Roberto Sayago; el taller de acordeón fue con “Valls
Gallego” y “Jiga Escocesa” bajo la batuta de Juan Antonio
Negrete; el coro infantil tocará “Supercalifragi-listicuespi-
alidoso”, “Con un poco de azúcar” y “Akay Hana” dirigidos
por Mercedes Nicolás y, finalmente, el coro de voces de Petrer con
“Boga Boga”, “El menú” y “El príncipe de Egipto” con la
dirección de Javier Gonzálvez.
En cuanto a la segunda parte,
comenzó la colla Jove interpretando, “Coples” y “Watermelon
man”; el conjunto intrumental que tocó, “”La serveseta” y
“Sant Antoni”, y por último, la colla Jove con un conjunto
instrumental y metal que tocaron, “Castell d´Ocaive”, “Suite
de danses” y “Batalla de Sant Hipòlit”, todos bajo la
dirección de Eliseu García i Ripoll.
Éste fue quien,
precisamente, al término del concierto, comentó que habían
participado algo más de cien alumnos y que el objetivo no era otro
que el de mostrar cómo habían avanzado en las clases. Un concierto
que le había gustado mucho.
Además, el
director de esta Escuela avanzó que la escuela había abierto una
sede en Sax con nueve alumnos a los que se les imparte una asignatura
que se llama “conjunto instrumental”. Un profesor de percusión,
bajo musical y otro de dulzaina acudirán algún día de la semana y
la intención es ir ampliándolo poco a poco conforme crezca la
demanda, de momento es una experiencia piloto.