Esculturas de San Pedro y San Pablo en la Iglesia de San Bartolomé, Apóstol
Esta semana, coincidiendo con la celebración de San Pedro y San
Pablo, el Museo propone situarnos en la plaça de Baix, frente a la
fachada principal de la iglesia parroquial. Allí levantaremos la
cabeza hacia la parte superior de la misma para ver las estatuas de
estos santos flanqueando a San Bartolomé, apóstol al que está
dedicado el templo.
La iglesia actual se comenzó a edificar a
instancias del IX conde de Puñonrostro, Francisco Javier Arias
Dávila Centurión, en 1779, sobre una manzana de viviendas que daban
a la plaza Mayor y sobre la antigua iglesia que tenía unas
dimensiones mucho más reducidas. El arquitecto, Francisco Sánchez,
diseñó un edificio de planta rectangular con una nave central y
unas capillas laterales, destacando en el crucero una cúpula
cubierta con tejas vidriadas en azul. En el remate de la fachada
principal se sitúan los tres santos nombrados anteriormente,
colocados durante la edificación de la iglesia y que perduraron
hasta la Guerra Civil, cuando fueron derribadas junto con las
campanas en agosto de 1936.
Las esculturas originales de San Pedro y
San Pablo eran barbadas y con aureola, vestidas con túnicas, togas y
portando sus elementos iconográficos como son las llaves del cielo
de San Pedro y una gran espada con la que martirizaron a San Pablo.
Estos mismos objetos fueron reproducidos en las nuevas esculturas,
realizados por el escultor valenciano Juan Ros Marí, que se situaron
en la parte superior de la iglesia cuando en los años 2004 y 2005 se
procedió a rehabilitar el templo. Y desde ese momento las podemos
observar en lo alto de la fachada, junto a la figura de San
Bartolomé, que fue colocada anteriormente, en concreto en 1986.
PARA SABER MÁS:
Encontraréis más información de la restauración
de la iglesia realizada en 2004 y 2005 en el artículo “Las piedras
de la iglesia nos hablan” que escribió Concha Romero en el número
de abril de la revista Petrermensual 2005.