¿Todos iguales?
Voy a intentar ser breve. Mi intención con este escrito no es
denunciar a nadie, que nadie se sienta aludido.
Me llamo Conchi Campello, regento y soy propietaria de la
cafetería “Al Teu Aire” ubicada en la calle Societat Musical
Verge del Remei.
Durante años he atendido rigurosamente el impuesto
de terrazas para poder sacar a la calle el número de mesas convenido
y ofrecer este servicio veraniego tan arraigado en nuestra zona.
Recientemente cambió el reglamento y es de obligado cumplimento
adaptar este espacio con una tarima de madera con su correspondiente
vallado. No voy a negar que queda mucho más estético y acogedor
pero el esfuerzo económico que ha de asumir el negocio, por decreto,
supone un verdadero obstáculo para su desarrollo, pero no es este el
motivo de mi carta.
Mi frustración surge en la planificación técnica de la nueva
terraza, voy a explicarlo de la manera más sencilla posible, mi
fachada tiene 4 metros, por lo tanto mi terraza debe de medir 4
metros, así es como lo impone la legislación local, sin embargo,
hay muchísimos establecimientos que no cumplen con esta sencilla
lógica métrica, hay locales que tienen una fachada de 4 m. y una
terraza de 6 u 8 m. El problema surgiría cuando el vecino colindante
denunciara esta invasión del espacio, auque supongo que en estos
casos, los vecinos no tendrán ningún problema y habrán dado su
consentimiento.
Este es precisamente mi caso, el propietario del local colindante
al mío me da su expresa autorización para que pueda construir la
terraza unos metros más grande invadiendo parcialmente su espacio,
para así poder ofrecer un mejor servicio a mis clientes.
Mi desafortunada sorpresa vino cuando presenté el proyecto a
urbanismo y me denegaron el permiso al instante porque, precisamente,
estaba ocupando el espacio del vecino. Alegué que lo había
convenido con él y que éste no tenía ningún inconveniente. Pero
ni así, “eso no es legal, va contra las normativas locales, no se
puede hacer… y punto”.
Y entonces, me pregunto, ¿Por qué unos pueden interpretar el
reglamento y yo no? ¿es que en Petrer no somos todos iguales ante
sus normas?, está claro que no. Y sigo preguntándome, ¿Quién dice
tú si y tú no? ¿Y basándose en qué argumento?, desgraciadamente
no tengo las respuestas. Actualmente como manda la inquebrantable ley
local mi terraza mide 4 metros y mi sensación de injusticia muchos
metros más.
Y acabo con una última cuestión, quizás sea ésta la más
cercana a la realidad, ¿de quién hay que ser amigo para que puedas
saltarte las leyes?
En fin, está claro que me equivoqué con mis amistades.
Saludos y gracias por su atención.
Conchi Campello