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martes, 7, mayo, 2024
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La accesibilidad aplicada al patrimonio. El ejemplo de la tarija califal de Bitrir

La accesibilidad aplicada al patrimonio. El ejemplo de la tarija califal de Bitrir

¿Te imaginas acudir a un museo donde haya piezas que estén en las vitrinas y que hayan otras que puedan ser manipuladas por los visitantes? Ahora es posible y también lo será en el nuevo Museu Dámaso Navarro.
Una de las funciones más importantes que tienen asignadas los museos es la divulgación de sus objetos y contenidos, bien sean históricos, científicos o artísticos, por poner algunos ejemplos, para que lleguen a un público amplio y variado.

En los últimos tiempos ha cogido mucha fuerza el término “accesibilidad” y todo lo que ello conlleva. Accesibilidad no es solo eliminar barreras arquitectónicas para poder acceder físicamente al museo, sino que también supone presentar nuestro patrimonio mueble de manera que cualquier persona pueda, dentro de sus circunstancias, aprender y participar de él.

Desde el Museu Dámaso Navarro, estamos dando pasos en este camino para garantizar que nadie pueda sentirse excluido de conocer su pasado y enriquecerse culturalmente. En la reciente exposición “Petrer. Arqueología y Museo” que hemos podido disfrutar en el MARQ, se incluyeron recursos como el braille, la lectura fácil, el lenguaje de signos y las reproducciones 3D de algunas maquetas.

Es precisamente de este último recurso sobre el que han trabajado varios de los becarios que han pasado por el museo en los últimos años, empleando sus conocimientos para hacer más accesible la colección arqueológica de Petrer.

Así, Eloi Poveda Hernández, realizó la fotogrametría de varias piezas singulares de la colección como son el exvoto ibérico o el candil islámico de Puça, entre otras. Y mucho más cercano en el tiempo ha sido la elaboración por parte de Ismael Carratalá Ibáñez de la fotogrametría y la reproducción 3D de la tarija (o pequeño tambor) del periodo califal para la actividad que preparamos el domingo pasado para el Día Internacional de los Museos y que titulamos “Bitrir, un pasado que nos suena y nos conecta”.

Todos los que pudisteis acompañarnos y los que os conectasteis con la página del Museu Dámaso Navarro en Facebook, visteis funcionando en directo una impresora 3D realizando una réplica en miniatura del tambor de los siglos X-XI recuperado del solar donde se asienta en antiguo museo a comienzos de la década de los ochenta del siglo pasado. Con todo ello, la pieza estrella fue una reproducción a escala 1:1 que, gracias a haber sido impresa en 3D, guardaba las proporciones exactas de la tarija original.

Además, la réplica fue tratada y pintada tras la impresión para logar un aspecto prácticamente idéntico al original, y no solo visualmente, puesto que cualquiera que lo tuviese en sus manos -y con esa intencionalidad se hizo-, podía sentir que estaba tocando un objeto con una textura de cerámica. Esa misma sensación es la que puede tener una persona invidente para que sea más comprensible para ella que lo que es una tarija; o para los niños y niñas, a quienes les encanta emplear el sentido del tacto.

Gracias a esto conseguimos eliminar la barrera de la vitrina pero sin que la pieza original sufra ningún riesgo de conservación. Otro de los beneficios que nos permite este tipo de reproducciones es facilitar la comprensión de los materiales arqueológicos, que en muchas ocasiones se conservan fragmentados o han perdido parte de su decoración original. Al tratarse de una copia exacta, podemos añadir digitalmente las partes que le faltan antes de imprimirla y obtener así la pieza completa, para que comprendamos mejor su forma.

Además, podemos resaltar sus decoraciones como si estuviesen recién pintadas, siempre siguiendo el original, para que puedan apreciarse todos los detalles. Para poder imprimir la reproducción del tambor es necesario realizar los siguientes pasos: todo comienza haciendo un escaneo del objeto a partir de varios centenares de fotografías en alta resolución y desde todas las perspectivas posibles.

A través de un programa específico de diseño que identifica todos los puntos comunes en esas fotos, se crea una “nube de puntos”, que son miles de puntos colocados en su posición real, dando forma al objeto en la pantalla del ordenador. Esos puntos se unen con líneas formando pequeños triángulos; y así la imagen que observamos de la pieza es un objeto con la misma forma pero esquematizado al tener la superficie repleta de pequeños triángulos.

Para finalizar, a partir de las fotos tomadas se obtiene la textura real, dando la sensación de haber hecho aparecer realmente la pieza en nuestro ordenador. Este modelo 3D lo podemos ver en el Facebook del Museo Dámaso Navarro, escaneando el código QR que aparece en estas páginas, o a través del blog del Museu Dámaso Navarro en el apartado “nuevas tecnologías aplicadas al patrimonio”: http://museodamasonavarro.blogspot.com/p/prueba.html.

Posteriormente esta información digital la introducimos en la impresora 3D y tras varias horas de impresión podemos observar cómo la pieza va componiéndose ante nuestros ojos. Por último, tras un tratamiento alisador de la superficie con una resina y su posterior pintura para conseguir las mismas tonalidades y decoración que la pieza original, nuestra tarija está terminada y a disposición de los visitantes en el futuro Museu Dámaso Navarro.


PARA SABER MÁS
Se puede consultar el artículo publicado en 2017 y titulado “Recursos virtuales para mostrar el patrimonio arqueológico y monumental de Petrer (Alicante)” de Fernando F. Tendero Fernández y Eloi Poveda Hernández en el que se enumeran estas nuevas herramientas digitales.

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