La Historia o Dios
Desorden bipolar. Existe cierta tendencia de idealizar a un ser
omnipotente, por tratarse de un agraciado que parece mesiánico, que
sin apenas esfuerzo genera ideas profundas, y cada proyecto que lanza
tiene asegurado su éxito, por lo que resulta admirado.
Según
analistas psicológicos dicen que la realidad es bien distinta. Han
descubierto que cierta creatividad surge en personas con afinados
problemas como la esquizofrenia. Abunda el cabeza pensante con
desorden bipolar, depresión, ansiedad, pánico o alcoholismo.
Incluso llega a ser neurótico, obsesivo y con hábito de vida
solitaria. C
aracterística que suele ir en general acompañado de un
rechazo social. Además, los especialistas creen que en su
comportamiento existe la esquizotimia: el compositor alemán Robert
Schumann (1810-1856) creía que sus composiciones musicales se las
dictaba el propio Ludwig van Beethoven (1770-1827), ya fallecido, o
el escritor estadounidense Ernest Hemingway (1899-1961) presentaba
síntomas de niveles medios de paranoia.
Alucinaciones o
ilusiones. Hemos aventurado que se caracteriza por ser solitario e
introspectivo, cautivado por su propio pensamiento que por lo que
sucede a su alrededor, tiene dificultades para establecer relaciones
sociales solidas, particularmente, en su juventud, conocido por los
expertos como -su vida es su arte-.
Eso sí, es analítico, absorto
en su trabajo, perfeccionista, metódico y destructor, siendo su
labor el ensayo. Destina su tiempo a examinar sus pifias y trabaja
con excesiva efusión. Otra de su característica es que es capaz de
manejar un exceso de información. Generalmente todo el mundo tiene
un filtro mental denominado inhibición latente, el cual ciñe el
campo perceptual permitiendo que los estímulos que nos rodean,
aparentemente sin importancia, no lleguen a la consciencia.
Tanto la
adición al poder, como la persona con esquizofrenia bloquean
información, lo que permite suponer que en la práctica, su
experiencia vital llega a su conciencia desencadenando alucinaciones
o ilusiones.
Pinceladas malignas. Desde una perspectiva
mítico-religiosa califica la malignidad en dicho perfil. El
diabolum es, etimológicamente, quien siembra la discordia, desune y
rompe los lazos establecidos. Esa acción del miedo separa a los que
conviven, obligándoles a detestarse entre ellos y a rechazarse. Una
creencia del líder de puertas a dentro de partidos únicos es que
antes de rendir cuentas, debe declararse ante la Historia o Dios.
Pero Dios anda por estos sotos.
Las religiones monoteístas y
patriarcales marcan la diferencia para crecer espiritualmente. Según
el pastor Sugel Michelén las predicaciones residen en un contexto
usual: -Si nuestro más serio problema hubiese sido “económico”,
Dios hubiera enviado a un “economista”. Si hubiera sido
“psicológico y emocional”, hubiera enviado a un “psiquiatra
cósmico”. Si hubiese sido de “salud” a un “medico”; pero
Dios envió a un “salvador”, porque el más serio problema del
hombre es, su imperfección-.