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jueves, 25, abril, 2024
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Bitrir-Petrer en tiempos de Jaime I

Bitrir-Petrer en tiempos de Jaime I

Desde hace unas décadas, el mes de noviembre en Petrer resuena a fiesta de moros y cristianos, en concreto con La Festa dels Capitans en la que se rinde homenaje a estos cargos festeros con numerosas y variadas actividades. Entre ellas se representa anualmente la obra teatral escrita por Paco Máñez titulada La Rendició, en dos escenarios distintos: en el Teatro Cervantes (la primera parte), y a las puertas del castillo (la segunda parte). Se realiza el domingo más cercano al día 18 de noviembre, fecha en la que en el año 1265, la población mudéjar rebelde de Bitrir-Petrer, se rinde al rey Jaime I el conquistador.

Gracias a los restos conservados en el castillo y a las intervenciones arqueológicas dirigidas por Concha Navarro en la explanada a finales de la década de los ochenta del siglo pasado, podemos hacernos una idea, más o menos precisa, de cómo era el poblado en el siglo XIII, que difiere notablemente con la imagen que tenemos en la actualidad. Hay que empezar por decir que la situación estratégica del poblado fortificado de Petrer, denominado hisn Bitrir por las fuentes escritas musulmanas, era muy importante, ya que desde aquí se dominaba prácticamente todo el valle medio del río Vinalopó.

Lo primero que verían las tropas del monarca aragonés al llegar a nuestra zona sería en lo alto del cerro una torre y una imponente muralla de tapial, construida en la zona más accesible del mismo para proteger a la población que se encontraba en su interior, en lo que actualmente denominamos explanada del castillo. Los habitantes, eran mudéjares, o lo que es lo mismo, vecinos y vecinas musulmanes que, tras la división de estos territorios por el Tratado de Almizra (1244), vivían en el reino de Castilla bajo el dominio del señor feudal pero a los que se les reconocía el derecho a usar su lengua, su religión y usos y costumbres propias de su comunidad. Sin embargo, la nueva ordenación territorial deja sin la posesión de la tierra que ahora cultivarán en régimen de vasallaje.

Una pequeña guarnición militar controlaría a la población en nombre de García Jofré de Loaysa, señor de Petrer. La torre contiene en su interior el único aljibe que tenía el castillo en ese momento, ya que con el paso de los siglos se construirían otros dos. En este pequeño espacio abovedado de unos seis metros cuadrados se recogería el agua de la lluvia y serviría para poder disponer de agua sin tener que salir de la muralla. Debemos de pensar que entre la torre y la muralla inferior, donde actualmente están las casas-cueva, existirían numerosas viviendas ocupando prácticamente todo el espacio existente, algunas de ellas adaptándose a la roca del cerro por las marcas que quedan visibles todavía.

Existirían estrechas calles y las casas tendrían varias habitaciones y patios centrales, contado algunas de ellas con ricas decoraciones como nos muestran los restos de las yeserías de las puertas que se pueden contemplar en el Museo Dámaso Navarro y con ajuares domésticos formados por tinajas, cuencos, jarros, alcadafes o lebrillos, junto con otros objetos de uso doméstico. Además de las casas del interior del recinto fortificado, también se han documentado otras en calles de alrededor que podrían plantearnos la hipótesis de que en los últimos momentos de dominio musulmán, el poblado estaba totalmente ocupado y las viviendas se tenían que edificar en el entorno, aunque al amparo de la muralla.

Aun teniendo todos estos datos arqueológicos, sería muy aventurado hacer una estimación precisa de la población que podría vivir a mediados del siglo XIII en Bitrir-Petrer. Por último, rodeando al núcleo habitado, en sus inmediaciones existiría el cementerio mudéjar donde los habitantes enterrarían a sus difuntos y que estaría en uso hasta la expulsión de los moriscos en 1609, en lo que hoy es el actual paseo de la Explanada, donde en varias intervenciones se han recuperado varios enterramientos.


PARA SABER MÁS
La Diputación Provincial de Alicante editó el año pasado el libro Petrer. Arqueología y museo, que era el volumen que acompañó a la exposición de la colección del Museo Dámaso Navarro en el MARQ de Alicante. En la publicación contamos con tres artículos que pueden ampliar este tema como son los escritos por la arqueóloga Concha Navarro, titulados “El poblamiento islámico de Petrer” y “El castillo. Protagonista de la historia medieval de Petrer” y el escrito por el también arqueólogo Pedro Jiménez titulado “Las yeserías andalusíes de Petrer (Bitrir) y Puça.

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