Una palmera de coco para decorar el hogar
La palmera de coco es de origen tropical, muy abundante en playas
y jardines de lugares de clima cálido. Entre todas las variedades de
palmera, destaca por su tronco delgado y esbelto y sus largas hojas
pinnadas
Hay varias maneras de plantar una palmera de coco pero las
posibilidades de éxito, sin embargo, puede variar. Probablemente, la
opción más exitosa es cultivarla a partir de una nuez pre-germinada
que se puede adquirir en un establecimiento especializado como puede
ser un vivero.
En una maceta, preferiblemente de barro ya que
mantiene la humedad, y en los meses de verano de esta forma logramos
no regarla tan a menudo. Es recomendable a la hora de plantar este
tipo de palmera hacerlo con tierra kokphum, un sustrato especial que
se puede encontrar en cualquier vivero.
No hay que olvidar que la
planta de coco necesita un lugar soleado durante todo el año,
incluso en invierno, puesto que tanto la temperatura como la humedad
deben de ser relativamente altas. Si vaporizamos o rociamos con
agua ambos lados de las hojas, la humedad de la habitación subirá y
contribuirá al crecimiento de la planta. Desde mayo a septiembre,
tiene que ser regada abundantemente, pero evitando en todo momento
encharcarla, mientras que, a partir del mes de octubre la cantidad de
agua, es decir, los riesgos se reducirán ligeramente.
Empezando en
primavera, la planta debe ser fertilizada con fertilizante líquido.
Si quiere mantener la planta durante varios años, necesita ser
replantada cada dos años. Cuando la replante, asegúrese que la
mitad de la nuez se queda fuera de la tierra para que tenga
suficiente espacio para las raíces en la maceta. En el interior,
estas plantas llegan a crecer hasta 1.5 metros.