Coníferas enanas para cultivar en macetas
Son una garantía de color, algunas de ellas son rastreras, otras
tienen forma de globo, muchas son piramidales o cónicas e incluso
las podemos encontrar ovalados o péndulas
Las coníferas enanas son
ideales para cultivar en los maceteros de una terraza, patio o
balcón. En un tiesto se pueden cultivar durante todo el año aunque
las de cepellón se recomienda que se planten de abril a octubre. Sus
formas, colores y matices son muy versátiles y su tamaño, en
ocasiones, no supera los 20cm de altura pero tampoco los tres metros.
Entre ellas, la Globosa Nana, Ciprés, Tuya, Aurea Nana, Pino, Abeto
azul y Pino limonero.
A la hora de plantar una conífera enana,
debemos de decantarnos por una maceta amplia, al menos de unos 40cm
de diámetro, y para asegurar un buen drenaje colocaremos en el fondo
una capa de gravilla. Es muy importante mantener el cepellón intacto
por lo que a la hora de extraerlo hay que llevar cuidado y, además,
comprobar que las raíces no estén muy espiralizadas. Si fuera así,
conviene realizar unos cortes verticales con la ayuda de una navaja o
cuchillo afilado con el fin de que puedan generar nuevas raíces.
A
continuación, introducir el cepellón en la maceta y rellenarla con
tierra de jardín mezclada con un 10% de mantillo. Para que
desaparezcan las bolsas de aire y que el sustrato quede bien
adherido, con las manos hay que apretar bien la tierra y regar de
forma abundante. En cuanto a los cuidados, cabe recordar que suelen
necesitar un riego regular y en profundidad desde el inicio de la
primavera hasta mediados del otoño. Pero hay que llevar cuidado con
encharcarlas puesto que el exceso de agua puede provocar que
comiencen a adquirir una tonalidad marrón.
Un color que indica que
un microorganismo oportunista, como puede ser el hongo Phytophora
está atacando a la planta y puede generar su `pudrición. Respecto
al abono, no hay que olvidar que, por regla general, no necesitan que
se les abone de forma regular, solo de vez en cuando, básicamente,
en los meses de primavera y otoño, y siempre utilizando abonos de
liberación lenta.