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miércoles, 24, abril, 2024
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Viva el 1 de mayo

Viva el 1 de mayo

Por: Mari Carmen Rico Navarro Cronista oficial de la Villa de Petrer

En Petrer, la fiesta del Primero de Mayo fue la celebración obrera más importante en las primeras décadas del pasado siglo y hasta la Guerra Civil. Esta festividad era respetada por los trabajadores y durante este día no se trabajaba. Era un día festivo además de una jornada reivindicativa, se luchaba por la jornada de ocho horas, educación gratuita, seguro de vejez, sanidad para todos, aumento de salario, etc.

Asimismo, se recordaba a los obreros mártires muertos en la lucha y se trataba de analizar los avances y retrocesos de las conquistas sociales reafirmando de este modo la conciencia de clase con los trabajadores del resto del mundo. Tras la Guerra Civil esta celebración obrera, que conmemoraba la revuelta de Haymarket, en Chicago, en 1886, reivindicando la jornada laboral diaria de 8 horas, se prohibió radicalmente.

Tuvieron que pasar unas décadas, hasta mediados de los años 60 cuando el Centro Cultural Petrelense que reunía a personas con inquietudes culturales y sindicales realizó algunos encuentros en el paraje del Xorret de l’Almadraba entre las que destacaron las reuniones clandestinas del 1 de mayo. Se almorzaba, se recitaban poesías sociales, se mostraba algún panfleto y se hablaba de la falta de libertades sindicales y políticas.

En alguna ocasión la Guardia Civil impidió con su presencia este tipo de conmemoraciones. El Centro Cultural Petrelense, se creó entre 1966 y 1967, estaba formado por un grupo de gente de varias tendencias políticas que se habían reunido en alguna ocasión y que vieron la necesidad de crear algún medio para poder expresarse y desarrollar actos culturales de forma legal, ante la falta de libertades políticas, ya que entonces estaba prohibido que se reunieran más de tres personas si no se justificaban sus motivos. En mayo de 1966 se celebró en Petrer la fiesta del trabajo con manifestación incluida pero este acto tuvo un cariz eminentemente religioso.

Se concentraron en Petrer varios centenares de personas llegadas de diferentes pueblos de la provincia, empezando el día con una misa concelebrada a la que asistió el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, D. Pablo Barrachina. A continuación, en la plaça de Baix se hizo una demostración de cantos y guitarras interpretados por los grupos locales y foráneos. Acto seguido los asistentes se desplazaron desde Petrer hasta la Sagrada Familia de Elda, pasando por las calles de los dos pueblos.

Mercedes Román, que participó en esta marcha, apuntaba como con anterioridad los agentes de la autoridad competente los animaron a desistir, aunque no lo consiguieron. El sacerdote de la parroquia de San Bartolomé apóstol D. Jesús Zaragoza los avaló y se responsabilizó de los actos de este día tan importante. Durante el recorrido de tres kilómetros los cánticos transmitían al unísono las ilusiones de la Hermandad Obrera de Acción Católica, sembrando semillas de esperanza pues se nos iban uniendo a nuestro paso numerosos simpatizantes.

La primera manifestación, sin ninguna connotación religiosa, que se realizó en Elda y Petrer durante la dictadura fue en 1968 en Elda. La convocó CC.OO. y participó gente de Petrer, aunque la Guardia Civil sofocó el intento. Hubo tres detenidos, entre ellos, José Sánchez Barragán que estuvo varios años en prisión. Hasta 1978 no se celebró la primera manifestación autorizada del 1 de mayo ya que el año anterior, la Guardia Civil la prohibió debido a la muerte, en trágicas circunstancias, del joven eldense Teófilo del Valle a finales de febrero de ese mismo año.

La manifestación de 1978 acabó con la lectura de un extenso y hermoso poema “Con el destino del pueblo” de Paco Mollá Montesinos. Esos años la manifestación se iniciaba en el Ayuntamiento, pasaba por la calle Constitución, Avenida Guirney, Gabriel Payá, País Valencià, para finalizar en los jardines de las escuelas. Con la llegada de la democracia la fiesta de los trabajadores se ha celebrado en Petrer con manifestaciones en las que se reivindican sus derechos.

Estas primeras manifestaciones fueron muy participativas. Las ansias de libertad y el poder reivindicar las aspiraciones de todos los trabajadores hizo que éstas se convirtieran en una fiesta: la fiesta de la libertad y de la lucha obrera. Las mujeres también jugaron un papel importante y se ilusionaron cuando se pudo celebrar de nuevo la fiesta de los trabajadores. Mujeres mayores que habían participado activamente cuando eran jóvenes en este tipo de actos y con ideales de izquierdas, la mayoría de ellas eran socialistas, se juntaban en casa de Mari Pepa la de la Costa, donde hacían tertulias y se organizaban para asistir luego a la manifestación.

A la fiesta del 1 de mayo hay una calle dedicada en Petrer, concretamente en el polígono industrial Les Pedreres. Esta denominación se aprobó en la sesión plenaria del 25 de febrero de 1999 y se pusieron en el polígono nombres relacionados con el mundo del trabajo y algunas de carácter femenino, tan poco presente en el viario petrerense. La calle Primero de Mayo, la más larga del polígono, es paralela a la autovía y perpendicular a Cortadores y Empresarios.

Debe su nombre al día de fiesta, por antonomasia, de los trabajadores. Al político francés Paul Lafargue (Santiago de Cuba, 1842 – Draveil (París) 1911) se debe la adopción del Primero de Mayo como jornada reivindicativa obrera, acontecida en el Congreso de la Internacional Socialista de 1889. Para los trabajadores, en general, y para personas como el sindicalista de la CNT José María Aracil, por poner tan solo un ejemplo, el 1 de mayo significaba un día muy importante en el contexto de la lucha obrera.

En este sentido, aparte de las reivindicaciones laborales de los trabajadores este día era una fiesta. Poder celebrarlo de nuevo tras la larga dictadura supuso un hito de libertad y de reivindicación. Él, ese día, se vestía con sus mejores galas, traje de chaqueta y corbata negra como muestra de respeto e a los trabajadores que murieron reivindicando sus derechos. El historiador Boni Navarro Poveda realizó un vídeo que es un magnífico testimonio de cómo fue esta celebración en los años 1980 y 1981.

Podéis acceder en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=GhUzB-cEObk Hoy, igual que siempre, no podemos, ni debemos bajar la guardia y tenemos que seguir luchando porque mejoren las condiciones de los trabajadores.

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