Esquerra Unida pide suavizar exigencias de la normativa que regula la recogida de restos de jardinería
Para este grupo de la oposición no puede primar el interés de la empresa al de la ciudadanía y al de los profesionales de este sector
Maite Román Cano / Esquerra Unida ha
trasladado una queja al equipo de gobierno por el malestar
generalizado que tienen los trabajadores autónomos del sector de la
jardinería de Petrer. Dicho malestar se debe a la rigidez de la
normativa municipal que afecta a este colectivo.
Alegan que son muy poco permisivos a la hora de
dejarles depositar los restos de poda en los contenedores habilitados
para tal uso en la Base Iris situada en la zona de Cuatro Vientos,
mucho más que otros puntos limpios de la comarca.
Masiá añade que
según el testimonio de varios de estos
jardineros, ahora se les exige un documento firmado y la fotocopia
del D.N.I. de los propietarios de los campos en los que realizan sus
trabajos cada vez que los realizan y con la limitación de poder
dejar estos restos una vez por día. Una molestia para el jardinero y
una exigencia para los propietarios de estos campos, parcelas,
adosados, o simples viviendas con jardín, de dudosa legalidad en
cuanto a la protección de datos .
Además, este
concejal ha añadido que en la plica original del
contrato de recogida de basuras se contemplaba una recogida puerta a
puerta de estos restos vegetales, a la vez que se les exigía a la
propia empresa de recogida el tener una trituradora
briquetadora propia y disponer de una
extensión de terreno donde triturar y tratar estos restos vegetales.
Así pues, Esquerra Unida no
se opone a que el pliego de exigencias del contrato original se haya
ido modulando con la realidad y los nuevos hábitos ,y que las
exigencias consideradas de obligado cumplimiento por la empresa se
hayan ido renegociando con Fobesa, que es la empresa que ganó en el
año 2.005 el concurso público de este servicio, no obstante, de
ninguna manera, este equipo de gobierno debe priorizar los intereses
de esta empresa a los intereses de nuestros ciudadanos, en este caso,
los del colectivo de profesionales de la jardinería y los propios
vecinos y vecinas que los contratan.
Finalmente,
Masiá apunta que este sector no pide ninguna
subvención especial, pero es el momento de levantar la mano y dejar
trabajar a este grupo de micro empresas de la manera más flexible.