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jueves, 28, marzo, 2024
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Sansevieria, muy decorativa y fácil de mantener

La Sansevieria, también conocida como Espada de San Jorge y Lengua de la Suegra, es una planta resistente con hojas largas y amplias, de gran adaptabilidad y tolerancia, por lo que suelen incluirse en el catálogo de plantas de interior. Sus hojas amplias absorben toxinas y dióxido de carbón y producen oxígeno, contribuyendo así a purificar el aire de una habitación

Tan decorativas como a prueba de descuidos, solo el exceso de agua es capaz de aniquilarlas, las sansevierias son únicas. Sus largas hojas coriáceas y puntiagudas, rígidas y planas, o cilíndricas, son su particular seña de identidad.

Aunque existe una gran variedad de sansevierias, la más popular es la “Trifasciata Laurentii”, de largas hojas verdes planas y torsionadas, generalmente, con márgenes amarillos.

Pocas plantas precisan tan pocos cuidados como éstas pero nunca deben de compartir maceta debido a las características de su rizoma.

Cabe destacar que su riego es clave por lo que, antes de regarlas siempre hay que comprobar que el sustrato esté seco porque el exceso de agua puede causar la podredumbre del rizoma y la base de las hojas y nunca hay que regar el centro de la roseta. Incluso, en los meses de invierno es mejor no regarlas o, como mucho, dos veces durante toda esa estación

Esta precaución ha de ser mayor en invierno, época en que es mejor no regarlas o, a lo sumo, una o dos veces durante la estación ya que al tratarse de plantas suculentas, capaces de retener agua en los tejidos, no necesitan mucho agua y, además, porque al ser sus hojas coriáceas, las protege de la deshidratación.

Asimismo, hay que tener en cuenta que necesitan un ambiente luminoso, cálido y seco aunque se adaptan a otras condiciones, prefiriendo siempre temperaturas altas.

Respecto al abono, las sansevierias son plantas que provienen de tierras pobres por lo que no precisan mucho abono. No obstante, es aconsejable que, durante los meses de primavera y verano, se les suministre algún nutriente como guano líquido o un fertilizante para plantas verdes, en una dosis reducida, diluido en el agua de riego, cada tres semanas.

Por último no hay que olvidar que, como muchas suculentas, las sansevierias prefieren vivir cuanto más apretadas mejor pero, cuando las rosetas ya no caben en la maceta o el rizoma empieza a salir por los agujeros del tiesto, es necesario trasplantarlas a un recipiente un poquito mayor, separar algunas rosetas o dividir el rizoma, siendo marzo y abril los meses ideales para realizar el trasplante.

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