Por: VICENTE POVEDA LÓPEZ
En este país no disponemos de datos suficientes de la lectura y de la comercialización diferenciada por género, como las realizadas y analizada en Gran Bretaña. Pero, se sabe de la alta expectativa de las mujeres interesadas en leer más, posiblemente, superando en número a los hombres. Según el estudio de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), publicado en 2020, ellas leen libros, en su tiempo libre, por encima del 68 %, frente al 56 % de ellos. El perfil del lector en este país, tiene rostro femenino, es mayor de 55 años, frecuentemente, con estudios universitarios y urbanita.
Entre los diez títulos más adquiridos por los grandes grupos editoriales, entre los ocho primeros meses de 2020, según datos de la consultora GFK publicado en EL PAÍS, solo hubieron tres autoras: Almudena Grandes, con 96.920 ejemplares, por “Una guerra interminable en Tusquets”; Elisabet Benavent, con 92.017, del título “Un cuento perfecto en Suma y Letras” y Dolores Redondo, con 60.553 ejemplares, en la “La cara norte del corazón”. Las editoriales independientes, las ventas fueron equitativas, por sus novelistas: Eva Baltasar, Cristina Morales, Marta Sanz, Irene Solà, Tatiana Tibuleac y Olga Tokarezuk. Las mujeres suelen leer más, pero la autoría de libros que más vende suele ser masculino.
La pregunta del millón, es conocer porque son menos los varones que leen a las escritoras ¿Por qué no compran sus libros? ¿Qué les pasa, de qué tienen miedo? Si queremos saber la respuesta, nos la ofrece la periodista Mary Ann C. H. Sieghart (Londres, 1961), en el verano de 2021, elaboró un ensayo titulado con esa misma pregunta, en el diario británico The Guardian. Anticipaba las noticias de la investigación de su último libro “La brecha de autoridad” (The Authority Gap). El presente literario de la mujer, no es nada plausible: de las diez autoras más vendidas en ingles, detalle que incluye a Jane Austen y Margaret Atwood, como a Danielle Stell y Jojo Moyes, solo el 19 % son lectores, frente al 81 % de lectoras. Y para los diez autores más vendidos, citamos a Charles Dickens y J. R. R. Tolkien, como a Lee Child y Stephen King que lidera el ranking. En esta ocasión, las circunstancias cambian y la división es casi igualitaria: 55 % para ellos y 45 % para ellas. La periodista Sieghart, puntualiza:-Las mujeres están preparadas para leer libros de hombres, pero muchos menos hombres están preparados para leer libros de mujeres-.
La periodista inglesa recordó que la autora del top 10, obtuvo mayor número de lectores en lengua inglesa, la escritora L. J. Ross, habitualmente firma con sus iniciales, es una estrategia que también utilizó, de forma cautelosa, la autora de superventas de la saga Harry Potter, con la firma J. K. Rowling. La periodista, dice:-Es posible que los chicos pensaran que ella era uno de ellos-. La reportera sigue preguntando:- ¿Qué implica esa desconfianza? Si los hombres no leen libros escritos por mujeres y sobre mujeres, no comprenderán nuestra psique ni nuestra experiencia vivida. Continuaran viendo el mundo con la experiencia masculina como predominante-. Sieghart, termina diciendo:-Y no solo empobrecerá la mirada del lector. La autoridad y la valía de las escritoras (también en términos capitalistas, de los aplausos no se vive) se verán directamente perjudicadas-. Entonces Sieghart ,sentencia:-Si su trabajo es visto como un nicho más que como una corriente principal, sin son consumidas principalmente por otras mujeres, ganarán menos respeto, menos estatus y menos dinero-.
La desigualdad entre ambos sexos, sigue dando que pensar, como siempre, se puede superar a base de conocimiento, tiempo y visibilidad. Las escritoras de este país, se reafirman: Sabina Urraca García (San Sebastián, 1984), autora de “Las niñas prodigio” (Edit. Fulgencio Pimentel, 2017) referencia:-La literatura escrita por mujeres no debe convertirse en un género en sí mismo, sino en una parte imprescindible de un todo-.
La escritora catalana, de origen marroquí, Najat El Hachmi (Beni Sidel, Marruecos, 1979), Premi Ramon Llull de novela (2008) por “L`ultim patriarca”; Premi Sant Joan de narrativa (2015) y Premi Nadal (2021), afirma:-La autoridad de esos hombres que publican y que hacen crítica se han puesto bastante las pilas porque se han dado cuenta de un cambio brutal y definitivo-.
La escritora Gabriela Ybarra Pasch (Bilbao, 1983), autora de “El comensal” (Edit. Caballo de Troya), reflexiona:-Si en los temarios de literatura no hay ninguna autora, los niños y las niñas asumirán que lo que tengan que decir las mujeres no importa-.
El referente femenino de las escritoras, es el deseo para las siguientes décadas del siglo XXI, por la normalización de la literatura, independientemente del género de su autoría. Y la escritora Elvira Lindo Garrido (Cádiz, 1962), autora de “A corazón abierto” (Seix Barral, 2020), confirma:- El hombre que lee a más mujeres tiene más cultura, porque si no lo hace está ignorando a la mitad de la población-.
