Por: Amparo Blasco Gascó
“Club de la Juventud. Historia de una generación 1965-1977” es el título de una exposición temática que pone en valor el impacto que esta entidad juvenil tuvo en la sociedad y juventud petrerense durante esos años. Una muestra que se puede visitar en el Centre Cultural
La Sala Pintor Vicente Poveda, ubicada en la planta baja del Centre Cultural, acoge la exposición temática “Club de la Juventud. Historia de una generación 1965-1977”. Una muestra que pone de manifiesto el impacto que esta entidad tuvo en la sociedad petrerense y en la juventud del pueblo entre mediados de los 60 y finales de los 70 del pasado siglo XX.
El Club de la Juventud, CJ, nació en 1965, siendo sus primeros meses de andadura algo complicados por la falta de implicación de los jóvenes de aquella época. En sus inicios, eran tan solo 22 personas de Juventud Obrera Cristiana, JOC, que apostaron por canalizar sus inquietudes a través de esa entidad.
Pero todo cambió cuando su primer presidente, Paco Cano, animó a una pandilla de amigos muy numerosa que pertenecían a Juventud Independiente Cristiana, JIC, a que fueran socios del club. La implicación de esos jóvenes fue todo un revulsivo y, a partir de ahí, el Club de la Juventud empezó a crecer, llegando a tener hasta 500 socios.
Esta muestra ve la luz gracias a la iniciativa de Nieves Bernabé Navarro, una joven inquieta de aquellos años que recuerda con cierta nostalgia y con una amplia sonrisa lo que supuso para ellos el Club de la Juventud.
Sobre la exposición, ha comentado que, aunque la fotografía tiene mucho protagonismo, no se trata de una muestra fotográfica ya que incluye decenas de fotos en blanco y negro pero no todas ellas de gran calidad.
Además, ha apuntado que la parte fotográfica se complementa con documentos, actas de las asambleas, carnets de socios, trofeos de los diferentes campeonatos que organizaban y disputaban, las bandas que se impusieron a las tres jóvenes que fueron elegidas “Reinas del Club” así como de otros artículos relacionados con el Club de la Juventud. Principalmente, recorre la historia de esta entidad juvenil hasta el año 1970, puesto que de los últimos siete años no hay mucha documentación, ni escrita ni gráfica.
La exposición es un reflejo de todas las actividades que se realizaron a iniciativa del CJ y de los diferentes movimientos que vivieron en aquella época.
Ubicado en la calle Gabriel Payá, el Club de la Juventud fue pionero en actividades de toda índole, destacando las de carácter cultural y deportivo, convirtiéndose en todo un referente en la comarca. Prueba de ello es que jóvenes de otros municipios cercanos se interesaron por el funcionamiento y el día a día de este club.
En el CJ, destacó el grupo de teatro con el que muchos petrerenses “mataron el gusanillo” que sentían por la interpretación. Algunos de ellos, todavía a día de hoy, siguen vinculados al teatro, formando parte de alguno de los colectivos teatrales de nuestra localidad, subiéndose al escenario cada vez que les es posible.
Pero, quizás, una de las apuestas más llamativas, teniendo en cuenta la sociedad y cultura de aquellos años, fue la iniciativa de un grupo de chicas de jugar al baloncesto. No era nada frecuente en las décadas de los 60 y 70 del siglo XX que la mujer practicase un deporte. Pero a esas jóvenes nada les paró y tuvo tan buena acogida que llegaron a contar con tres equipos femeninos de baloncesto.
La muestra nos desvela la infinidad de actividades y actos que daban vida al Club de la Juventud. Entre ellas, el coro, conferencias, recitales, conciertos, juegos de hogar y cinefórum.
Además, contaban con espacios de lectura y criterios de libros, defendían la lengua valenciana y asumieron la organización del acto del Pregón de Fiestas de San Bonifacio, que entonces se celebrara en el Cine Regio, durante cuatro años consecutivos, en concreto, de la segunda a la quinta edición.
Era un club con vida que abría sus puertas todos los días de la semana, convirtiéndose en el punto de encuentro de aquellos jóvenes inquietos que querían contribuir, en la medida de lo posible, a que su pueblo evolucionase, creciese y mejorase en unos tiempos algo convulsos por la dictadura instaurada en España.
Aunque para los jóvenes del Club de la Juventud no todo fue un camino de rosas. Eran años difíciles, políticamente hablando, y la censura estaba presente y se sentían vigilados y controlados.
En sus asambleas, en las que la participación de la mujer era igual a la del hombre y en las que el espíritu democrático se respiraba, la policía secreta estaba presente.
Todos ellos eran conscientes de esa situación pero eso nos les impidió que Gobierno Civil les autorizase organizase un concierto de Raimon, aunque con la censura de cinco canciones que se le prohibió interpretar. Sin embargo, también Gobierno Civil no les permitió que Lluis Llach actuase en junio de 1975, ni que el abogado, Antonio Bru, ofreciese una conferencia a finales de 1976.
Esos son algunos ejemplos de los “sinsabores” que tuvo que vivir el Club de la Juventud pero que no empañaron la frenética actividad que desarrolló esta entidad juvenil durante 12 años.
La exposición “Club de la Juventud. Historia de una generación 1965-1977”, tras ser inaugurada este viernes, va a permanecer abierta al público hasta el domingo 26 de febrero, siendo el horario de visitas de jueves a domingo, de 18:00 a 20:00 horas.
Por último, Nieves Bernabé Navarro, promotora de esta muestra, ha querido aprovechar este semanario para agradecer el apoyo de la concejalía de Cultura y de sus técnicos, la colaboración de muchas personas que han cedido tanto fotografías como documentos y artículos y a la Biblioteca Poeta Paco Mollá.
