Por: Amparo Blasco Gascó
La Comunidad de Regantes de Petrer asegura que, a pesar de la ausencia de precipitaciones, durante el primer cuatrimestre de este año 2023, el servicio de abastecimiento de agua que prestan las casas de campo está garantizado
Aunque la sequía empieza a ser apremiante en diversas comunidades autónomas, entre ellas, Andalucía, Extremadura y Cataluña, de momento, en las tres provincias valencianas se puede vivir de las reservas en los embalses acumuladas durante el pasado año.
No obstante, hay indicadores de riesgo de sequía, especialmente, en las zonas de interior de Castellón, Valencia y Alicante. Una sequía que empieza a notarse en los campos de cultivo de secano, principalmente, de cereales y vid, pero no se descarta que también afecte al almendro y al olivo.
Petrer, al no ser un municipio agrícola, se salva, en cierto modo, de escasez de agua para la agricultura y, afortunadamente, el servicio de agua potable a domicilio en el casco urbano está garantizado.
Tampoco van a tener problemas de abastecimiento ni restricciones de agua las viviendas de las diferentes partidas rurales del amplio término municipal de nuestra localidad a pesar de que es cierto que, hasta estas lluvias del mes de mayo, desde que se inició 2023 tan solo se habían registrado15,4 l/m2. Una cifra irrisoria si tenemos en cuenta que nos encontramos en plena primavera y si la comparamos con el primer cuatrimestre de 2022, en que se llegaron a contabilizar 244,2 l/m2, es decir, una diferencia de 228,79 l/m2.
Es cierto que, en lo que llevamos de mayo, ha llovido más que en ese mismo mes de 2022, 92,4 frente a 35,2 l/m2 del pasado año. Pero, después de tantos meses sin caer, prácticamente, una gota, no va a solucionar los graves problemas de sequía que están sufriendo en distintas zonas del territorio nacional.
No obstante, y centrándonos en Petrer, la situación no tiene nada que ver con los municipios de las comunidades autónomas más castigadas por la sequía y la ausencia de lluvias.
Quizás, en nuestra localidad, ese riesgo de falta de abastecimiento, teniendo en cuenta que la agricultura es prácticamente inexistente, lo podrían sufrir las casas de campo, pero el servicio está garantizado. Así lo ha confirmado a este semanario el presidente de la Comunidad de Regantes de Petrer, José Luis Payá, conocido como “Tiña”, entidad que gestiona el Pozo del Esquinal y que presta ese servicio a más de 500 viviendas, la mayoría de ellas de segunda residencia.
Además, ese abastecimiento está garantizado porque no hay que olvidar que el acuífero del Esquinal es cerrado y, según el estudio técnico que dispone esta entidad y que fue realizado por un ingeniero, la capacidad de ese “embalse subterráneo” se mueve en una horquilla entre cinco y siete hectómetros de agua, encontrándose, en estos momentos, en un nivel alto de almacenamiento.
Teniendo en cuenta esas cifras y “permitiéndose el lujo” que durante varios años no cayese una gota, el abastecimiento estaría asegurado puesto que la Comunidad de Regantes, anualmente, gasta entre 85.000 y 90.000 m3 de agua para prestar servicio a todas las viviendas que dependen del Pozo del Esquinal.
José Luis Payá subraya que hay que tener en cuenta que un hectómetro cúbico son un millón de m3. Y, aunque la Comunidad de Regantes consumiese cada año 100.000 m3, el margen de agua almacenada sería siendo muy elevado a pesar de que no lloviese.
Unas cifras que para el presidente de esta entidad, sólo pueden trasmitir tranquilidad para esas más de 5.000 personas que residen en las casas de campo a las que el Pozo del Esquinal les suministra el agua, garantizándoles el servicio sin problema alguno.
Unas casas que se ubican en las partidas rurales de Aigua-rius, La Almadrava, El Ginebre, Salinetes Altes, La Pepiosa, El Forcat, Puça, L´Esquinal, El Figueralet y parte de L´Horteta, entre otras.
El Pozo del Esquinal dispone de una canalización con dos ramales que les permite distribuir el agua hasta esas más de medio millar de viviendas, disponiendo muchas de ellas piscinas que cada verano llenan de agua. Para asegurar ese servicio, cada partida rural dispone de un depósito que es gestionado por la comunidad de esa demarcación territorial, fijando el precio del agua para sus socios y usuarios. No hay que olvidar que la Comunidad de Regantes de Petrer, a la hora de distribuir el agua a cada una de esas comunidades según sus necesidades, marca un precio de venta igual para todas las agrupaciones que se benefician del suministro de agua del Pozo del Esquinal, que es de 0,50 céntimos el m3.
Un precio que José Luis Payá no considera excesivo si se tienen en cuenta ciertos aspectos como la orografía del término municipal de Petrer, nos encontramos en una zona que, en teoría, es deficitaria de agua y, además, es de muy buena calidad.
Otra cosa distinta sería, ha matizado el presidente de la Comunidad de Regantes de Petrer, que esa agua se utilizara para regar a gran escala en una finca agrícola ya que, obviamente, sería cara, pero para el uso que se le da en las casas de campo, como segunda residencia, es incluso barata.
Como curiosidad, Payá Rubio ha comentado que, a raíz de la pandemia, se ha incrementado el número de familias que han decidido vivir todo el año en el campo, lo que se ha traducido en un incremento del consumo del agua en meses que no son los de verano que, como es lógico, es la época del año en el que el gasto del agua del Pozo del Esquinal es superior. Un incremento que no supone ningún riesgo para asegurar el servicio de abastecimiento de agua que presta la Comunidad de Regantes de Petrer.
La Mina, otro cantar
El agua que emana de La Mina de Puça procede del mismo acuífero que el del Pozo del Esquinal, siendo un rebosadero de ese “embalse subterráneo”. La cantidad de agua de su boca siempre depende del nivel del acuífero, aunque, a pesar de tantos meses sin lluvias, sigue saliendo, pero no la misma fuerza y presión que el pasado año. Una situación que, según ha comentado José Luis Payá, no es preocupante porque con poco que llueva el nivel del acuífero subirá y recuperará su caudal.
Una mina que, desde hace algo menos de una década, no ha dejado de emanar agua que corre por la rambla sin más, cientos y cientos de litros de agua fluyen por ese cauce, garantizando un mantenimiento sostenible del ecosistema de ese entorno natural, aunque más de un vecino considera que se está desaprovechando todo ese caudal.
Hace casi un año, el concejal de Urbanismo, Fernando Portillo, confirmó a este semanario que estaban trabajando en un proyecto que posibilitaría el aprovechamiento de parte del agua que brota de ese manantial para el consumo de la población.
Una iniciativa que para el presidente de la Comunidad de Regantes de Petrer es más que inviable, aunque reconoce que se debería de estudiar cómo poder aprovechar esa agua cuando sale mucho caudal de esa mina.
Sin embargo, y a pesar de sus intentos de ponerse en contacto con los responsables políticos para abordar el tema, hasta el día de hoy, sólo ha obtenido la callada por respuesta.
Tanto en la pasada legislatura con la concejala de Medio Ambiente, Silvia Rodríguez, como en la presente legislatura que finaliza en unos días con el edil de Urbanismo, José Luis Payá no ha podido mantener una reunión para, al menos, intercambiar opiniones respecto a la posibilidad de aprovechar el agua de la mina.
