18 C
Petrel
jueves, 2, mayo, 2024
spot_img

Desde el verano de 2020, las adopciones de perros van “In crescendo”

Por: Amparo Blasco Gascó.

Es cierto que el abandono de perros sigue siendo una realidad, pero, afortunadamente, las adopciones mantienen una tendencia al alza desde el verano del año 2020. Las familias que deciden adoptar se decantan por un cachorro o un perro de pequeño tamaño

El abandono de animales, principalmente de perros, se puede considerar una de las lacras sociales de España. Aunque es cierto que el índice de abandonos ha descendido en los últimos años, las cifras todavía son demasiado altas. Un claro ejemplo es que, según el estudio de abandonos de canes de la Fundación Affinity, durante el pasado año 2022, algo más de 170.000 perros llegaron a un albergue o protectora, tras haberse quedado desamparados en la calle.

Pero no todos los datos son negativos puesto que muchos de esos casos no se correspondían a un abandono sino a una pérdida por lo que, gracias al microchip, fueron identificados y devueltos a sus “familias”.

Otra cifra positiva es el incremento de adopciones. Según ese mismo estudio, cerca del 50% de la población canina abandonada es adoptada por nuevas familias mientras que un 16% permanece en el albergue y cerca del 6% viven en casas de acogida, esperando poder ser adoptados.

Aunque se tratan de cifras que responden a todo el territorio nacional se pueden extrapolar tanto al ámbito autonómico como provincial y local puesto que, en general, coincide con la tendencia de bajada de abandonos y con la de subida de adopciones.

Centrándonos en el Albergue de Animales y Plantas del Medio Vinalopó, una sociedad protectora que depende de la Mancomunidad Intermunicipal del Valle del Vinalopó, cabe señalar que esas tendencias son, a grosso modo, muy similares a las del resto de municipios de España.

Raúl Mérida, presidente de esta entidad, ha comentado que, entre los años 2015 y 2019, el número de abandonos y el de adopciones no descendía, pero tampoco subía, sino que se podría decir que estaba estancado.

Sin embargo, todo cambió a partir de marzo de 2020, ya que debido al confinamiento por la pandemia de la COVID-19, los abandonos y las adopciones se paralizaron, hasta tal punto que durante esos meses el albergue solo recogió, temporalmente, algunos perros debido al ingreso de sus dueños en un hospital y otros porque el propietario había fallecido.

AUMENTAN LAS ADOPCIONES

Una situación que da un giro de 180º cuando se inicia la desescalada hacia la “nueva normalidad”, disparándose el nivel de adopción mientras que el nivel de abandonos de perros, prácticamente, permanecía paralizado.

Ese fuerte incremento de las adopciones responde, según Raúl Mérida, a que muchas familias y ciudadanos, en general, optaron por fijar su lugar de residencia en una casa de campo y dejar vivir en un piso del casco urbano.

Sobre los motivos de ese incremento de adopciones, el presidente del albergue de animales mancomunado, considera que no se debió a que el perro fuera la excusa para salir a la calle ante la posibilidad de un nuevo confinamiento.

En esa misma época, desde este albergue también detectaron que, curiosamente, a la hora de adoptar, las familias se decantaban por perros de tamaño pequeño y por cachorros.

Ese tipo de demanda tan precisa, ha generado que, por primera vez en la historia de los albergues de animales, empiece a producirse un fenómeno nunca antes visto. En septiembre de ese año 2020, los refugios no contaban ni con perros pequeños ni con cachorros, llegando incluso a tener lista de espera para adoptar canes que cumplieran esas características.

Tal y como ha comentado Raúl Mérida a este semanario, cuando al albergue llegaba una camada de cachorros se puede decir que “se los quitaban de las manos”. Prácticamente, estaban ya comprometidos con familias que querían adoptar un perro que no fuera de tamaño grande.

Una dinámica que se mantiene al día de hoy, por lo que es muy extraño que las diferentes sociedades protectoras de animales de todo el territorio nacional dispongan en sus instalaciones perros de tamaño pequeño o camadas. Lamentablemente, cuesta mucho más trabajo formalizar una adopción de un perro de tamaño grande.

ABANDONO

A diferencia de la adopción, en el verano del pasado año 2022, se produjo un repunte de los abandonos de perros que, desde marzo de 2020, el abandono estaba estancado, paralizado, pero al ser el nivel de adopción tan alto, se compensan los porcentajes.

En el caso del albergue mancomunado, el abandono sigue siendo una realidad, aunque también es cierto que el 50% son perros que se han perdido o extraviado que, en ocasiones, por dejadez del dueño permanecen más tiempo de lo deseado en esas instalaciones.

También Raúl Mérida ha subrayado que también llegan perros al albergue por causas sociales como desahucios, intervenciones por tener al perro en malas condiciones o por maltrato.

En cuanto al perfil del perro abandonado, es un can cruzado, de entre 1 y 2 años, que en su día fue adoptado o regalado, pero no comprado en algún establecimiento especializado.

No hay que olvidar que adoptar un perro no es comprarte un juguete por lo que hay que meditarlo muy bien antes de dar el paso, así como tener muy claro que la adopción conlleva una responsabilidad. Debe de existir un compromiso de todos los miembros de la familia, disponer de espacio y tiempo y tener siempre presente que tener un perro en casa supone un gasto adicional.

otras noticias

siguenos en

6,429FansMe gusta
1,741SeguidoresSeguir
1,047SeguidoresSeguir
- Anuncio-spot_img
- Anuncio-spot_img

LO MÁS LEIDO