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lunes, 6, mayo, 2024
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El DNI de las campanas de Petrer

Por: Amparo Blasco GAscó

Los toques de campana, en su día, fueron el más importante medio de comunicación en la sociedad tradicional. Informaban sobre hechos importantes para la comunidad, emitiendo mensajes. Pero, además, su sonido transmite emociones: de alegría cuando suenan la víspera y días festivos, de tristeza cuando informan de un fallecimiento o de alarma si tocan por algún acontecimiento especial

En nuestra localidad, encontramos un total de diez campanas, en concreto, seis en los campanarios de la parroquia de San Bartolomé, una en la ermita de San Bonifacio Mártir, dos en la Iglesia de San Bartolomé y una en la ermita del Santísimo Cristo del Monte Calvario. Cada una de ellas fue bendecida y bautizada por lo que podemos decir que esa decena de campanas tienen su Documento Nacional de Identidad, su DNI.

En el campanario de la torre derecha del templo parroquial de San Bartolomé, encontramos tres campanas y una matraca: Santa Bárbara, Encarnita y José María y María del Carmen.

“Santa Bárbara”, voltea y repica de forma automática, pesa 554 kg, siendo su diámetro de 98 cm. Tal y como indica una de sus inscripciones fue adquirida por la Comisión Restaurado en el año 1946, siendo alcalde Nicolás Andreu y cura párroco Jesús Zaragoza. Cordones, una cruz con pedestal y ángeles, un medallón con ángeles y la imagen de la Madre de Dios de los Desamparados son algunas de las decoraciones de esta campaña.

En esa misma torre, encontramos a “Encarnita y José María”, bautizada con estos nombres porque fue donada por José María Navarro Vicedo y Encarnación Poveda Montesinos, en el año 1946.

Una campana que voltea y repica automáticamente, siendo su peso de 224 kilos, con un diámetro de 72 cm y la altura del bronce de 58cm. Está ornamentada con cordones, cenefas, una cruz con pedestal, el escudo de España de aquella época y con la imagen de la Virgen de los Desamparados.

“María del Carmen”, acompaña a las dos anteriores en la torre derecha de la parroquia de San Bartolomé. De todas ellas, es la más pequeña, pesa 102 kg, su diámetro es de 56cm y su altura de broce de 49 cm. Una de sus inscripciones es “María a Monte Carmelo ora pro nobis, anno MCMXLVI”, es decir, “María del Monte Carmelo ruega por nosotros, año 1946. Al igual que las del resto de este campanario, voltea y repica de forma automática. Esta campana está ornamentada con cordones, ramitos de flores, alguna cruz y el escudo de España de ese periodo histórico.

Además, en el campanario de la torre derecha del templo parroquial, también se encuentra la matraca que tras ser restaura por la Colla El Terròs, este colectivo la cedió a la parroquia de San Bartolomé.

Respecto al campanario de la torre izquierda de este templo, cabe indicar que en la actualidad cuenta con dos campanas: María del Rosario y María del Remedio, San Bartolomé y San Bonifacio.

Ésta última, bautizada con los nombres de la Patrona y el Patrón de Petrer junto con el nombre del titular de la parroquia, es la más pesada de todas las campanas de la iglesia, 6670 kg, con un diámetro de 105 cm y una altura de bronce de 82 cm y al igual que el resto, voltea y repica de forma automática.

Además de la inscripción de los nombres con las que fue bendecida y bautizada, seguidos de la frase “Orate pro nobis”, cuenta con otros “epígrafes”, entre ellos, “Se hizo por el Ayuntamiento del año 1784 a expensas del riego”, “Jose Brotons y Brotons alcalde y regidores José Payá de Francisco, Antonio Cortés y Colomer, Bautista Planelles, Cristóbal Rico, síndico, Vicente Tortosa y Poveda Escribano, año 1784” y “Me hizo en Petrel Pascual Roses en casa de Joaquín Amat”.

En esta campana, como elementos decorativos, destacan cordones, guirnaldas de triángulos, cenefas de rocalla, decoración vegetal, una custodia y cruz patriarcal con pedestal y dos animales que parecen ranas.

La otra campana de esa torre recibió el nombre de “María del Rosario” y, como la anterior, data de 1784, pesa 96 kg, su diámetro es de 55 cm y la altura del broce es de 48 cm.

Cuenta con dos inscripciones: “Se hizo por el Ayuntamiento del año 1784 a expensas del riego” y “San Bartolomé, San Bonifacio y María del Rosario me hizo Pascual Roses”.

Algunos de sus elementos decorativos son: tres medallones con imágenes de santos, cenefa con motivos vegetales, cordón, Santo Obispo, la imagen de Santa Bárbara y cruz con pedestal.

Hasta no mucho tiempo, el campanario de la torre izquierda también acogía a la campana “San Ramón” que, en la actualidad, está restaurándose. Una vez concluyan las labores de restauración, la intención del párroco de San Bartolomé, Miguel Cano Crespo, es colgarla en la parte superior de la puerta de la sacristía.

“San Ramón” es de todas las campanas de San Bartolomé la de menor peso, sólo 21 kg, siendo su diámetro de 33 cm y su altura del bronce de 24 cm. En este caso, únicamente encontramos un par de inscripciones muy cortas: “San ramón 1927” y “Roses Hermanos, avda. Peris y Valero Valencia”.

Su decoración es sencilla: cordones, motivos vegetales, el monograma de María, estrellas y una cruz con pedestal.

Iglesia de la Santa Cruz

La torre de la Iglesia de la Santa Cruz, ubicada en un lateral de su fachada principal es de planta rectangular, de ladrillo de cara vista con varias ventanas rectangulares en la planta que acoge el campanario con el fin de propagar el sonido de las campanas.

El campanario de la Santa Cruz cuenta con dos campanas: Juanica y Pepica, ambas voltean y repican automáticamente y están situadas en el centro de la sala, colgadas entre dos vigas de hierro.

“Juanica” es la más grande, de balanceo o medio vuelo, pesa 152 kg, su diámetro es de 64 cm y fue fundida en los talleres de Salvador Manclús del Grau de Valencia, en el año 1977.

Mientras que “Pepica” “nació” en los talleres de fundición Roses de Atzaneta de Albaida, en 1966, con un diámetro de 55 cm, pesa 96 kg.

Las ermitas

La espadaña que corona la ermita del Santísimo Cristo de la Sangre del Monte Calvario acoge la única campana de este pequeño templo, “Santa Bárbara”.

De volteo manual desde el interior de la ermita con una cuerda unida al cigüeñal de la campana, pesa 11 kg, tiene un diámetro de 27 cm, fue fundida en el año 1667, siendo obra de Vicente Rodas.

También, la ermita de San Bonifacio, Mártir, cuenta con una sola campana que recibió el nombre de Bonifacia y, como en la ermita del Cristo de la Sangre, está ubicada en la espadaña de una sola ventana que remata la fachada principal de este templo, estando mecanizada con motor de impulsos.

“Bonifacia” fue fundida en el taller de Juan Bautista Roses de Atzaneta de Albaida, en el año 1944. Esta campana, regalo del Sindicato Agrícola Local, fue bendecida el día de la festividad de San Bartolomé de ese mismo año por el vicario Jesús Navarro, actuando como padrinos, Nicolás Andreu e Isidra Esteva.

Esta campana pesa 62 kilos y su diámetro es de 48 centímetros.

Significado de los toques

Las campanas de nuestra localidad siguen anunciando la celebración de la misa, pero, según de qué día se trate, el toque es distinto.

El repique con martillo exterior de una sola campana anuncia la misa diaria mientras que si se trata de una misa de día festivo es el repique con martirio exterior de dos campanas.

Las eucaristías de los días de Fiestas y Misas Solemnes se anuncian con el volteo general de campanas. Si se trata del Día Grande de las Fiestas, como las de San Bonifacio o las de la Virgen, o días solemnes para la Iglesia Católica como el Día de Todos los Santos o la Inmaculada Concepción, voltean cuatro campanas y en el resto de festividades como Santa Cecilia o la Virgen del Pilar, son tres campanas las que voltean.

Cada día, a las 12:00, la campana más pequeña voltea anunciando la Hora del Ángelus mientras que los campanarios que cuentan con una matraca, como es el caso de la parroquia de San Bartolomé, solo suena, desde la tarde del Jueves Santo hasta la noche del Sábado Santo, antes del inicio de las celebraciones y actos religiosos como las procesiones.

Otro toque que muchas personas conocen es el de difuntos, un repique lento de las tres campanas de menor tamaño del campanario. Cuando se trata de un hombre, el toque se abre y se cierra con tres golpes de campana y, en el caso de una mujer, solo con dos golpes.

Cuando el difunto todavía no ha tomado la comunión, pero si ha sido bautizado, el toque es un repique de la campana más pequeña seguido de un volteo de la misma.

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