Hasta el Clot de Manyes
Por: grupo de Andrés Asensi
Andrés Asensi de las Nieves pertenece al Centro Excursionista de
Petrer y sus compañeros de “fatigas” han sido Carlos Bofill,
pionero en arreglar sendas en el territorio local y Antonio Navarro.
Aunque también coincide en otras excursiones con José Navarro,
Antonio Jiménez y Pedro Martínez.
La ruta que propone es larga, ya
que cruza todo el territorio petrerense, de Oeste a Este, hasta
asomarse al valle del Clot de Manyes, el rincón más alejado del
casco urbano petrerense. El punto de destino es el hito de la Foradà,
auténtico icono de los amantes de la escalada.
Para llegar a nuestro
destino emprendemos la marcha desde el CEAM (Hogar del Pensionista),
enfilando la rambla de Puça, ascendiendo por ella hasta La Calera.
Cuando llegamos a este punto, abandonamos su cauce y nos desviamos a
la derecha y por detrás de la antigua edificación perfectamente
señalizada. Ahí comienza una senda que nos lleva al Figueralet y
sin abandonarla subiremos hasta la Casa del Perrió, Mirabuenos hasta
desembocar en la carretera asfaltada de Petrer a Catí.
Desde este
punto iremos a nuestra derecha durante 700 metros hasta la placa que
nos indica el lugar donde se encuentra el Parque de Montaña Daniel
Esteve. A la izquierda comienza una senda que cogeremos para ir
cresteando hasta llegar al Collado Amorós.
Un buen lugar para hacer
una pequeña parada y tomar algunas fotografías: Desde allí
divisamos toda la zona de El Calafate y Rasos de Catí. Retomamos la
marcha, cruzamos un camino de tierra y a la izquierda, por senda,
llegaremos a la Ermita de Catí. Si fuéramos a la derecha
entraríamos en la finca del Calafate propiedad de la Diputación
Provincial de Alicante. Desde la Ermita de Catí, cogemos un camino a
la derecha que nos llevará hasta La Ferreria, aunque también
podemos hacerlo por la senda que nos lleva hasta el mismo lugar.
Siguiendo el mismo camino a la derecha llegaremos hasta la Foradá y
antes de llagar a la Casa dels Petorrins, antesala del Clot de Manyes
y último reducto agrícola y ganadero de Catí, cogeremos una senda
a nuestra derecha que discurre por la solana de La Foradà. Cualquier
lugar es bueno para almorzar y tomar fuerzas, observando a los
escaladores trepar por las paredes verticales de la gran roca. En la
misma zona también se encuentra un importante yacimiento
arqueológico de la época neolítica que todavía se encuentra sin
excavar.
Tras el almuerzo, continuamos nuestra marcha por la misma
senda hacia L’Alaig donde encontraremos las ruinas de dos casas y
donde también existía un nacimiento de agua del que se
suministraban los agricultores de la zona. Incluso la finca de Cancio
poseía allí una pequeña huerta.
Seguimos la senda y llegamos a la
Casa del Calafate, también en ruinas. Continuamos por el camino que
viene de Rassos de Catí y va hacía el Collado Amorós hasta enlazar
con una senda que pasa por debajo del Cantal del Moro (812 metros).
Seguimos el sendero que desemboca en el área recreativa de Rabosa,
gestionada por el Centro Excursionista Eldense.
Salimos de Rabosa por
el asfalto, pasamos por la casa de los Raboseros y cuando llegamos de
nuevo a la placa dedicada al Parque Daniel Esteve, enfilamos la senda
de la izquierda para llegar al Collado de Els Castellarets. Siguiendo
el sendero por la solana, desembocamos en la Casa del Sastre y
después en la Casa de Marino.
Desde allí nos encontramos con la
carretera de asfalto que va de Petrer al Rincón Bello, Palomarets y
Agost. Tomamos la dirección de la derecha y siguiendo la carretera
bajamos por toda la zona de l’Almadrava hasta Petrer, pasando por
el Restaurante Ginebre y la Canal de Ferro. En este punto tomamos de
nuevo la Rambla hasta llegar al Hogar del Pensionista donde acaba
esta larga ruta.
La duración de la marcha, a un buen paso, suele ser
de cinco horas y media, contando una media hora para almorzar.