¡¡POR FAVOR RESPETEMOS!!
Vicente Soler
Después de ver en las calles, como todo el mundo hacemos de las
leyes la nuestra propia, pienso que, ahora es el momento de estar
confinados más que nunca, porque de nada nos habrán servido estos
sesenta horribles días de confinamiento en que todos éramos
conscientes del distanciamiento social, pero que, por desgracia,
pronto olvidamos el sufrimiento, cuando al salir, se ven las
múltiples imprudencias que cometemos, gente que utiliza la
mascarilla de muñequera, o de codera, de collar o de gorro, sin
darse cuenta que ese manoseo constante de ponérsela y quitársela,
cuando vemos venir de cara a otra persona, conlleva mucho más
riesgo.
Y qué decir de la proliferación de pañuelos de mujeres que
utilizan de mascarilla; o de los que se sientan en las terrazas, sin
guardar esa distancia de seguridad, como si al sentarnos ya fuéramos
en ellas inmunes al virus; o de los que no nos acordamos de esas
franjas horarias que aún debemos de cumplir y en las que podemos
realizar las actividades que necesitemos, sin transgredir la de otros
ciudadanos; a los que miramos cuando llevan su mascarilla y apartamos
la cabeza mirando a otra parte, ya que creemos que son unos
contagiadores, porque, no es así, todo lo contrario, ellos son los
que respetan y, a la vez, desean ser respetados.
¡¡Por favor,
respetemos!!, a los que sí llevamos la mascarilla e intentamos
cumplir las normas con las franjas horarias mientras existan y si en
alguna ocasión nos equivocamos y algo hacemos mal, por favor
recordárnoslo, pero hacerlo con la misma educación y respeto que
nosotros lo estamos pidiendo a todos, entre otras cosas porque no nos
gustaría poner en riesgo a ninguna persona ni a nosotros mismos.
Ahora es el momento de seguir siendo mucho más solidarios, porque
ahora nos exponemos compartiendo muchas más cosas en las actividades
permitidas donde participamos muchas más personas y esto, como todos
sabemos, no es cuestión de unos pocos, es cuestión de todos, porque
esta desescalada tiene que ser completa y segura para poder hacer
todos, con un poco más de sacrificio, que la seguridad sea absoluta,
en la que cada uno de nosotros podamos hacer lo que más nos guste.