Pachira, una planta ornamental de interior
La Pachira o Castaño de Guayaba es una planta exótica con una
forma especial que le da un toque diferente a la casa. Sus hojas son
grandes, palmeadas y brillantes, además presenta un tronco trenzado
lo que le da un plus a su valor estético mientras que sus flores son
grandes, perfumadas y con colores vistosos
A la hora de plantar
pachiras en un macetero, necesitamos una maceta de entre 20 y 30cm de
diámetro, cuatro hijuelos, sustrato universal o especial para
plantas de interior y abono orgánico. Llenamos el tiesto con tierra,
con los dedos hacemos agujeros de unos 7 cm de anchura y, a
continuación, los rellenamos con abono natural para que reciba
nutrientes y se desarrolle sin problemas.
Una semana después de la
plantación, deberemos iniciar el proceso de entrelazado, antes de
que sus tallos engrosen. Se debe de realizar como si fuera una trenza
para el cabello y bastará que se haga solo hasta llegar al
nacimiento de las hojas puesto que, a partir de ahí, seguirá ella
sola enroscándose Respecto al riego, es recomendable que se especie
en el tiempo, se debe de regar cuando el sustrato esté seco puesto
que es una planta sensible a cargas excesivas de humedad.
Sobre la
fertilización cabe recordar que es recomendable utilizar un abono
especial para plantas verdes, bien equilibrado y con microelementos
para evitar la aparición de carencias nutricionales. Para mantener
su forma ornamental y no adquiera un gran tamaño, la podemos podar
cortando sus ramas por encima de la yema, en dirección hacia el
exterior de la masa arbórea.
El momento ideal para llevar a cabo esa
poda es a finales de invierno aunque, si las circunstancias lo
requieren, se puede llevar a cabo de forma puntual durante los meses
de verano. Es un planta que se desarrolla rápidamente y tras la poda
brota de nuevo a las dos semanas con nuevos brotes a los lados de las
zonas de corte.