Son varias las manifestaciones religiosas y festivas que tuvieron en su día importancia en Petrer y han desaparecido. Entre otras festividades que se celebraban se encuentran las corridas de toros que se hicieron al menos desde el siglo XVII, la fiesta de San Bartolomé, la de San Crispín, junto algunas otras más que ya no se festejan en la actualidad. A través de la transmisión oral y de la documentación escrita y gráfica tenemos también conocimiento de un buen número de procesiones que recorrían nuestras calles y que en la actualidad no se hace. Sirvan como ejemplo la de San Antonio de Padua, la del Sagrado Corazón, la de San Bartolomé, la de San Crispín y la de la Inmaculada Concepción que se realizó al menos hasta los años 50 del pasado siglo.
El 8 de diciembre en España es fiesta nacional y se celebra la festividad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conocida también como la Purísima Concepción. Si hacemos un poco de historia sobre este dogma de la Iglesia Católica tenemos que decir que fue defendido en 1854, por el papa Pío IX, y según el mismo la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción. Los pueblos de la Corona de Aragón fueron fervientes devotos de la Inmaculada Concepción, debido tal vez a la defensa que de ella hicieron Ramón Llull y sus discípulos; así, en 1394, el rey Juan I promulgó en Valencia una pragmática por la que imponía esta fiesta en todos sus dominios, documento que ratificó años más tarde (1398) en Zaragoza el rey Martín el Humano. En la actualidad es rara la localidad de la Comunidad Valenciana que no tiene una imagen o un cuadro de la Purísima.
En Petrer, tenemos conocimiento a través de la periodista Patricia Navarro Díaz de una noticia publicada en el Semanario Católico de 29 de diciembre de 1883 y firmada por Amalia Amat, miembro de la Congregación de las Hijas de María, que nos permite conocer que se hacía el día de la Purísima. En la noticia aparecen referencias sobre la fiesta que celebraron las componentes de esta congregación religiosa, el día 8 de diciembre, en honor de su patrona la Inmaculada Concepción. A las ocho y media comenzó la misa solemne oficiada por el párroco, D. José Orts, participando la banda de música, y, “a pesar de la gran nevada que había caído y del intenso frío que hacía toda la iglesia se hallaba ocupada”. A las nueve subió al púlpito D. Genaro Candela, vicario de la parroquia de Aspe y recibieron la sagrada comunión, un total de 180 Hijas de María, llevando pendiente del cuello la cinta y la medalla de la asociación, “nos acercamos al altar santo, reinando un orden admirable en este como en todos los demás actos, y contribuyendo la música con sus armonías a darle mayor solemnidad”. Por la tarde, después de los oficios, tuvo lugar la procesión por los claustros de la iglesia, siendo llevada en andas la imagen de la Inmaculada. Esta fiesta, según la autora de la crónica, “ha causado tal impresión en nuestros corazones, que estamos todas animadas del mayor entusiasmo y dispuestas a seguir consagrando nuestra más ferviente devoción a la Reina de los ángeles”.
Durante la Guerra Civil la imagen de la Inmaculada fue destruida y tras la contienda fue bendecida una nueva imagen el 13 de diciembre de 1939, junto a la de San Antonio de Padua, siendo ambas adquiridas en Bilbao por el ingeniero petrerense Luis Andreu Navarro. Se encuentra en la actualidad en la iglesia de la Santa Cruz ya que debido a sus pequeñas dimensiones fue sustituida por otra de mayor tamaño. La actual imagen de la Inmaculada de la iglesia de San Bartolomé la regalaron los hermanos Joaquín y Manuel Villaplana Reig en 1945 y se halla en la capilla del Sagrario o de la Comunión.
Fue después de la Guerra Civil cuando se restableció la fiesta que se había suspendido por la contienda. Con motivo de la festividad del 30 de noviembre al 8 de diciembre se hacía el novenario, colocándose la imagen de la Inmaculada Concepción bajo dosel azul celeste y plata, delante de la cancela de la puerta lateral izquierda de la iglesia donde se celebraba la misa y el novenario. El pequeño altar, se adornaba con flores y candelabros. La novena, en las décadas de los 40 y 50, tenía lugar a las 7 de la mañana y, la mayoría de las jóvenes solteras que participaban en la misma formaban la Congregación de las Hijas de María y acudían con una medalla de la Purísima colgada al cuello que pendía de una cinta azul y blanca. También ese día era frecuente estrenar el abrigo que serviría para soportar el duro invierno, así como bajar a la feria de la vecina ciudad de Elda y feriarse, como anticipo de la Navidad, con turrón y los más pequeños con algún juguete.
En la iglesia de San Bartolomé se conserva un estandarte de la Inmaculada Concepción, confeccionado en brocado azul y plata que cuenta con una interesante pintura de la Purísima. Este estandarte presidía la procesión del día 8 de diciembre por la mañana, y era portado por chicas jóvenes pertenecientes a la Congregación de las Hijas de María. La procesión en un principio se hacía por la tarde, pero se tuvo que pasar a la mañana porque la gente se iba a la feria de Elda.
A principios de los años cuarenta se confeccionó la casulla con la imagen de la Virgen en un taller de bordado de Xirivella. Es de seda azul celeste bordada con hilos de rayón y seda de varios colores, lo cual resalta los motivos florales. En la parte trasera lleva pintada la imagen de la Inmaculada Concepción. Para la celebración eucarística del día de la Purísima el sacerdote lleva la casulla dedicada a la Virgen que se utiliza solo en esta festividad.
En Petrer, en 2020 el sacerdote D. Miguel Cano trasladó la imagen de la Purísima desde la capilla de la Comunión al altar mayor presidiendo el mismo y recuperando la costumbre de poner un altar o trono especial como se hizo años atrás, costumbre que perduró hasta los años 60. La imagen se entronizaba como ya hemos apuntado en un altar que se colocaba delante de la cancela izquierda (la puerta que no se abre) del templo. En 2020 y a partir de ese año el trono lo podemos ver en el altar derecho del altar mayor junto a la bandera de España.
Por lo que respecta a la imagen de la parroquia de la Santa Cruz ya nos ocupamos ampliamente sobre la misma en otra crónica. En esta parroquia hasta hace solo cinco años se celebraba una procesión el día de la fiesta que recorría las calles y, en la actualidad, todavía continúa haciéndose la novena que empieza el día 29 de noviembre y finaliza el día 7 de diciembre. La procesión salía de la parroquía y tenía el siguiente itinerario: avda. De Elda, avda. De Madrid, Filolèg Sanchis Guarner, Óscar Esplá, Comparsa Berberiscos, , Comparsa Estudiantes, Julio Román, Jaime I, Brigadier Algarra, Camino Viejo de Elda, calle Novelda y parroquia
La ermita de Catí también está consagrada a la advocación de la Purísima Concepción y contaba con una imagen dedicada a ella, pero dada su singularidad y relevancia será objeto de otra crónica.
Por supuesto el 8 de diciembre se aprovechaba y se aprovecha para felicitar a las Inmaculadas y Conchas que celebraban su onomástica. Por cierto, en Petrer, con una población a fecha de hoy de 34.163 hay 143 mujeres que llevan el nombre de Concepción, 60 el de Inmaculada, 29 María Inmaculada, 27 María Concepción, 9 Inmaculada Concepción, 1 Conchi y 1 Conxa. Por ello queremos felicitar a estas 270 mujeres de Petrer que celebran hoy su santo.
