Cada vez son más las personas aficionadas a salir al campo en busca de espárragos trigueros, siguiendo la estela de los apasionados de recolectar setas y boletus.
La temporada de los espárragos silvestre ya ha empezado y hasta principios del próximo mes de mayo podemos encontrarlos en los márgenes de los caminos y en bancales
La esparraguera silvestre es un arbusto espinoso enmarañado con tallos aéreos ramificados. Los brotes jóvenes de esta planta son los espárragos trigueros que conforme van creciendo se van endureciendo y haciéndose espinosos formando las ramas de la esparraguera.
A diferencia de los espárragos que se cultivan, los trigueros son más finos y su sabor es más intenso y algo amargo, siendo toda una seña de identidad de la zona mediterránea, ya que se adapta perfectamente a los climas extremos propios de esta área. La sequedad en el verano es otro de los condimentos fundamentales para el buen crecimiento del espárrago así como la moderada humedad en invierno.
La temporada de recogida espárragos silvestres se extiende entre finales de febrero y principios de marzo hasta principios del mes de mayo, coincidiendo con el periodo primaveral.
Es una planta que la podemos encontrar en zonas secas y con mucho sol como pueden ser los márgenes de caminos así como en bancales de olivos o de almendros.
Para recolectarlos, debido a sus espinas, se recomienda llevar unas buenas botas, una cesta para evitar que se rompan, unos guantes y una navaja esparraguera larga, ligera y ágil para llegar con facilidad al tallo del arbusto.
Además, siempre hay que tener presente que del tallo del espárrago silvestre, solamente, se aprovecha la parte más tierna, ya que el resto es leñoso y difícil de comer y también evitar dañar el arbusto mientras se están cortando los espárragos para su recolección.
