Texto: Amparo Blasco Gascó
En principio, Joana Vergara Amat, fue contratada en el Centro Especial de Atención al Mayor, CEAM, para trabajar como fisioterapeuta durante tres meses, pero por esas casualidades de la vida, que uno no sabe el por qué, después de más de una década sigue en el CEAM de Petrer al frente de varios talleres preventivos.
Joana Vergara Amat tenía tan solo 21 años cuando llegó al Centro Especial de Atención al Mayor, CEAM, de nuestra localidad para trabajar, únicamente, tres meses. Un trimestre que ha ido “encadenando”, uno tras otro, hasta llegar al día de hoy, convirtiéndose en una de las veteranas de la plantilla del CEAM.
Cuando pisó por primera vez esas instalaciones, en ningún momento se le pasó por la cabeza que 22 años después seguiría ejerciendo su profesión de fisioterapeuta en el mismo centro.
En la actualidad, Joana Vergara está al frente de varios talleres enfocados, todos ellos, en torno a la prevención. Talleres como el de estiramientos, columna, pilates, equilibrio, rehabilitación activa, parafina y suelo pélvico, con los que pretendE contribuir a la calidad de vida de los usuarios del CEAM que acuden a estas clases. Además, también, atiende el servicio de rehabilitación con tratamientos individuales.
Nada que ver con lo que se encontró cuando empezó a trabajar en este Centro Especial de Atención al Mayor porque, como ella misma recuerda, en aquellos años en el CEAM sólo se realizaban actividades lúdicas, entre ellas, jugar al parchís o al dominó, celebrar alguna fiesta como el homenaje a los matrimonios que conmemoraban sus Bodas de Oros, coincidiendo con la festividad de San Valentín, Día de los Enamorados u organizar algún baile.
Así que el primer cometido de Joana Vergara, en coordinación con el resto de la plantilla de profesionales del CEAM Petrer, fue poner en marcha talleres que estuvieran encaminados a que el envejecimiento sea activo y saludable.
Los primeros talleres preventivos que se pusieron en marcha, se centraban en la gimnasia para ganar flexibilidad y mejorar las articulaciones y en la respiración con el fin de que los usuarios de los mismos aprendieran a respirar bien.
Conforme fueron detectando las necesidades de los usuarios, se fueron creando talleres más específicos, impartidos cada uno de ellos por diferentes profesionales teniendo en cuenta su contenido.
También reconoce que el usuario de hace 22 años no tiene nada que ver con el actual. Son varias las generaciones con las que ha compartido sus clases, llegando al punto de que hijos de algunos de los “alumnos” que tuvo al principio ahora acuden al CEAM y asisten a uno o varios de sus talleres.
No hay que olvidar, matiza Joana Vergara, que el usuario de hace dos décadas eran personas que se habían dedicado tu vida a trabajar, a estar en su casa y poco más, sin tener claro que lo que quería hacer mientras que el actual es más activo y dinámico y tiene claro lo que quiere hacer. En muchas ocasiones, su cometido es llevar a cabo aquello que no ha podido hacer por circunstancias de su vida pero que, a día de hoy, dispone de tiempo para poder llevarlas a cabo.
Muchos de los usuarios de algunos de sus talleres son personas que, como ella misma explica, se han jubilado o han cumplido 60 años, edad mínima con la que puedes acceder al carné del CEAM Petrer, empiezan a hacer un millón de cosas que siempre han tenido ilusión y han querido hacer y que, por motivos diferentes, les ha sido imposible.
Joana Vergara destaca lo agradecidas que son las personas mayores, la empatía que suelen mostrar tanto con ella como con los nuevos usuarios que se incorporan al taller, principalmente, los primeros días, con el fin de que se sientan a gusto y uno más entre ellos.
Para ella son ya como si fueran parte de su familia y prueba de ello es que tiene bien claro que, si no surge ningún contratiempo, su intención es seguir desarrollando su actividad profesional en este Centro Especial de Atención al Mayor.
No está dispuesta a cambiar de escenario de trabajo por iniciativa propia.
