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jueves, 2, mayo, 2024
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Miquel Campello i Sanxis

Agente de seguros

Miquel Campello Sanxis es un petrerense que, profesionalmente, es agente de seguros pero que ha dedicado gran parte de su vida a las Fiestas de San Bonifacio. Ha sido presidente de la comparsa Moros Nuevos y uno de los motores de la Embaixada en Valencià desde hace más de dos décadas

Miquel, eres una persona muy implicada en la sociedad petrerense, ¿qué es Petrer para ti?

Es mi cuna. Con el paso de los años, me encuentro en una evolución por lo que no puedo decir que, en estos momentos, Petrer es mi todo. Estoy en un proceso de abrir la mente, de ver mundo y de conocer otras cosas, pero eso no es incompatible con que sea mi cuna, algo que, lógicamente, para mí es irrenunciable.

Además, creo que es conveniente no creernos el ombligo del mundo y, aunque considerando que nuestro pueblo es nuestro todo, también es importante conocer otras cosas para poner en valor lo que tenemos y para ser conscientes de que no en todo somos los mejores.

Como las Elecciones Municipales están a la vuelta de la esquina, empecemos hablando de política. Hace unos años estuviste en primera línea, ¿cómo llegaste a Compromís?

Como cualquier joven tienes inquietudes y, en mi caso, decidí canalizarlas a través de la política. Como siempre me he considerado una persona progresista y valencianista, era Compromís la fuerza política que más me representaba.

Aunque se puede decir que mis primeros pasos en política los di en la coalición Verds-Bloc, fue de cara a las Elecciones Municipales de 2011 cuando, junto a David Navarro y otras personas afines a nuestras ideas, decidimos dar un paso más allá y concurrir como Bloc-Compromís a esos comicios representando una lista encabezada por el propio David Navarro.

¿Esperabais obtener representación municipal?

Fue toda una sorpresa, éramos muy jóvenes, David tenía 23 años y yo 25. Además, considero que fue algo histórico porque, de alguna manera, era el primer concejal valencianista que iba a formar parte de la Corporación Municipal.

Lo cierto es que, para nosotros, que parte del electorado depositara su confianza en la lista encabezada por David Navarro fue un “chute” muy importante.

¿Cómo fue la experiencia?

Como secretario del grupo municipal de Bloc-Compromís, fue una experiencia muy enriquecedora. Tuve la posibilidad de conocer cómo funciona, interiormente, una administración local, una Casa Consistorial. Ten en cuenta que desde fuera todo lo vemos muy fácil, pero, cuando empiezas a conocer el funcionamiento interno, te das cuenta que hay una burocracia a seguir y unos procesos que cumplir que, en cierto modo, hacen que la gestión no sea ni rápida ni fluida.

¿Alguna decepción?

Mira, es cierto que el ambiente que se respira en el Ayuntamiento de Petrer es bastante cordial y, a pesar de que en alguna sesión plenaria surja algún rifi-rafe por diferencias políticas e ideológicas, cuando termina el pleno, esas diferencias no afectan a las relaciones de compañeros, en algunos casos hasta personales, entre los concejales. Pero, en ese buen ambiente, algo que me molestaba era ese protagonismo o “postureo” que, en momentos, querían tener algunos ediles, eso me llegaba a decepcionar.

¿Sigues vinculado a la política?

No, cuando concluyó la legislatura 2011-2015, decidí cerrar esa etapa de mi vida, hasta el punto de que no soy ni militante de base ni de Compromís ni de ninguna otra fuerza política.

Pasemos de la política a la Fiesta, ¿una semana difícil para la familia festera por la pérdida de José María Bernabé?

Ya lo creo. Tuve la suerte de compartir con él la Mesa de la Unión de Festejos cuando fuimos presidentes de nuestras respectivas comparsas, él Vizcaíno y yo Moro Nuevo y, además, nos unía la música festera. Para mí, como festero y como persona, ha sido una gran pérdida y no puedo dejar de pensar en sus dos hijos.

Considero que las Fiestas de Moros y Cristianos han perdido a un gran baluarte de la música festera y a un gran festero que ha trabajado por y para las Fiestas de San Bonifacio hasta el último día. Era persona que se desvivía por la Fiesta, su vida era la Fiesta.

Cuidar y poner en valor la música y los músicos, siempre ha sido una de tus luchas, ¿no?

Así es. Una de las primeras decisiones que tomé cuando accedí a la presidencia de los Moros Nuevos fue que los músicos de las bandas que acompañaban a la comparsa fueran uniformados con una chilaba y el fez y, además, que interpretaran nuevas piezas que habían sido compuestas y estaban guardadas en un cajón a pesar de que muchas de ellas son muy bonitas y de gran calidad.

Ahora sigo con esa labor de “mimar” a la música como comisionado de los Moros Nuevos en la comisión de Músicas.

¿Te gusta el nuevo escenario en el que se interpreta el Himno de la Villa de Petrer, tras el acto de la Entrada de Músicas?

No voy a decir que no me haya gustado, pero soy de los que sigue pensando que los Jardines Alcalde Vicente Maestre Juan no tienen el encanto de la Plaça de Baix. Defienden el cambio amparándose en cuestiones de seguridad, y lo dejo ahí, pues me parece muy bien, aunque considero que, al fin y al cabo, tenemos las mismas.

Soy consciente que las circunstancias son las que son y que las obras de la plaza están ahí pero no me escondo y, como enclave y centro neurálgico de la Fiesta, la Plaça de Baix no tiene comparación con el otro escenario.

Un acto en el que llevas implicado más de dos décadas es el de la Embaixada en Valencià, ¿se puede decir que eres su alma máter?

No, ni mucho menos. Sinceramente, no me gusta que me lo digan porque me parecería muy poco humilde contestar que sí, y quien me conoce sabe que la humildad va conmigo.

Soy el que me encargo de escribir los textos de esa embajada de humor y durante años he sido el Embajador Moro, pero ya está. Somos un grupo de festeros que trabajamos para que cada año se represente en lo alto del Castillo de Fiestas la noche del viernes de las Fiestas de San Bonifacio.

¿Os consideráis, en cierto modo, el “patito feo” de la Unión de Festejos?

Un poco sí porque como es el acto desenfadado y humorístico pues parece que yo me monto en un burro, la otra se sube al castillo, unas risas y nos vamos y no es así.

Detrás de la Embaixada en Valencià hay mucho trabajo. Para escribir los textos hay que estar muy “empapado” de la actualidad de todo el año, no sólo local, sino también autonómica y nacional. Es un trabajo de documentación que después hay que plasmarlo en el texto, ensayar y confeccionar la indumentaria de las filas que nos acompañan que suelen ser alusiva al texto que se va a representar. Como ves no es llegar y besar el santo, son muchas horas detrás de trabajo y esfuerzo.

Por cierto, la Fiesta ha despertado tu vena poética, ¿no?

Nunca había escrito poesía, aunque es un género que me gusta. Un día decidí escribir, la envié a la comisión de la Revista y la publicaron. En eso, ha tenido que ver mucho la rima y la métrica de los textos que he ido escribiendo a lo largo de los años para la Embaixada en Valencià.

Pero escribo poesía festera cuando me nace, sin obligaciones ni encargos. Puedo estar un año sin componer un poema, pero no me preocupa, mi intención no es publicar ni un poemario ni una antología.

¿Volverás a estar en primera fila en la Fiesta o en política?

A día de hoy, estoy satisfecho con la aportación que hago a mi comparsa siendo comisionado de Música y estando al frente de las redes sociales y de la relación con los medios de comunicación de los Moros Nuevos y con mi trabajo en la comisión de la Embaixada en Valencià, creo que con eso es suficiente. Mi etapa en política, como te he dicho, está cerrada y no creo que vuelva a abrir un nuevo capítulo.

En estos momentos, estoy enfocado en mi trabajo como responsable de una agencia de seguros y dedicando más tiempo a mí.

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