Como en la mayoría de los municipios españoles, en Petrer las bodas religiosas han descendido de forma vertiginosa y las civiles han tomado la delantera. Desde enero de 2019 hasta junio de 2023, se han oficiado un total de 384 enlaces matrimoniales de los que 354 (92%) han sido bodas civiles, mientras que tan sólo 30 (8%) han sido religiosas.
Las creencias de los contrayentes son, sin lugar a dudas, lo primero a tener en cuenta al optar por una ceremonia civil o religiosa para contraer matrimonio. Pero, en muchas ocasiones, no es posible perder de vista tampoco las preferencias de las respectivas familias. Además, la elección del tipo de ceremonia determina el lugar en el que se celebrará y, aunque no tiene por qué ser así, las tradiciones asociadas condicionan, en gran medida, la puesta en escena del evento.
Cabe destacar que la secularización de la sociedad española es una realidad. Un indicador claro de esa aconfesionalidad es la caída de los matrimonios religiosos, una tendencia a la baja que se inició hace ya varias décadas.
Cifras muy significativas corroboran ese descenso. En todo el territorio nacional, en 1980, de todas las bodas que se celebraron el 96% fueron religiosas por la Iglesia; en 2005 eran el 66%; en 2009, alrededor del 45%; mientras que, en 2019, tan solo el 21% se celebraron por la Iglesia; y en el año 2021 descendieron hasta el 16.7%.
Petrer no es la excepción, todo lo contrario, mantiene esa misma tónica a la baja en cuanto a los matrimonios religiosos. Al igual que en el resto de municipios de España, los enlaces civiles han ido “comiéndose” a las bodas religiosas.
Del 1 de enero de 2019 al 30 de junio de 2023, en nuestra localidad se han oficiado un total de 384 bodas. De todas ellas, solo 30 (8%) han sido religiosas, el resto, es decir, 354 (92%) han sido civiles.
Pero de las 30 de carácter religioso, no todas han sido por la Iglesia Católica ya que tres de ellas fueron Testigos de Jehová y una de la Iglesia Cristiana de Fraternidad, por lo que los enlaces matrimoniales católicos que se han celebrado en ese periodo fueron 26.
En el año 2019, se oficiaron 97 bodas, de ellas 85 fueron civiles y 12 religiosas, 11 por el rito católico y la otra por la Iglesia Cristiana de Fraternidad.
Si tenemos en cuenta el lugar de la celebración de las ceremonias de ese año, de las 85 civiles, 31 fueron en el Juzgado de Paz, dos en una notaría y 52 en alguno de los espacios habilitados por el Ayuntamiento de Petrer: Salón de Plenos del Consistorio, Castillo-fortaleza y Forn Cultural. Mientras que las católicas, seis fueron en la parroquia de San Bartolomé, tres en la ermita de San Bonifacio y una en la ermita del Santísimo Cristo de la Sangre del Monte Calvario.
La pandemia y el confinamiento también hicieron mella en todo lo relacionado con los enlaces matrimoniales previstos para el 2020. Las medidas sanitarias para combatir la COVID-19 echaron al traste muchas de las bodas que estaban previstas para ese año, gran parte de ellas fueron anuladas
Las cifras así lo demuestran. En los 12 meses de ese año, se celebraron solo 49 bodas, la mayoría de ellas civiles, concretamente, fueron 46, 23 de ellas se oficializaron en el Juzgado de Paz, 21 en alguno de los espacios habilitados para tal fin por el Ayuntamiento y dos en una notaría. Respeto a las tres de carácter religioso, una se celebró en la parroquia de San Bartolomé y las otras dos fueron Testigos de Jehová.
Aunque todavía la pandemia seguía presente en nuestras vidas, en 2022 se incrementaron el número de bodas puesto que del 1 de enero al 31 de diciembre de ese año, se registraron un total de 76, es decir, 27 más que en 2020.
De esas 76, solo tres fueron religiosas y todas ellas se oficiaron en la ermita de San Bonifacio. El resto fueron civiles, celebrándose 38 en alguno de los espacios acondicionados por el Consistorio para este tipo de ceremonias, 32 en el Juzgado de Paz y tres en una notaría.
Al año siguiente, 2022, las parejas se animaron un poco y decidieron dar el paso y unir sus vidas. Las bodas contabilizadas en ese año fueron 116, en concreto, 108 de carácter civil y 8 religiosas.
Ese año, el Juzgado fue escenario de 26 ceremonias matrimoniales, los espacios municipales de 80 y una notaría de dos de ellas. Mientras que las religiosas fueron cuatro en San Bartolomé y tres en la ermita de San Bonifacio.
Aunque quedan todavía seis meses para que finalice el año, en el primer semestre de 2023, el número de bodas asciende a 46, 42 civiles y cuatro religiosas.
En esta ocasión, de las de carácter civil, 23 han sido en el Juzgado de Paz, 18 en alguna de las estancias que ofrece el Ayuntamiento para las ceremonias nupciales y una en una notaría mientras que las religiosas han sido cuatro, tres de ellas en la parroquia de San Bartolomé y una en la Iglesia de la Santa Cruz.
Un dato que llama mucho la atención es que entre el 1 de enero de 2019 y el 30 de junio de 2023, en la Iglesia de la Santa Cruz tan solo se ha celebrado una boda, concretamente, ha sido este mismo mes, el sábado 3 de junio. Una cifra que ha sorprendido al actual párroco de la Santa Cruz, Ramón Rodríguez Illán, ya que no es normal que una parroquia con una amplia población de feligreses, en cuatro años y medio, no haya oficiado una ceremonia matrimonial.
Si se mantiene la misma tónica, lo que está claro es que el número de bodas civiles en Petrer, una vez superados los años de la pandemia, va en aumento, recuperándose e, incluso, superando las cifras de los años anteriores al Covid-19. Un incremento que no se detecta en las bodas religiosas, al menos las católicas, que llevan ya varios años sin alcanzar la veintena de enlaces matrimoniales, en concreto, desde 2017 que sólo se oficiaron 14 bodas en la parroquia de San Bartolomé, dos más que en 2018 que fueron 12 y, a partir de ahí, se puede decir que la caída es vertiginosa.
