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jueves, 2, mayo, 2024
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Una ebanistería de Petrer CONSTRUYE Las nuevas “torres de socorristas” de San Juan

Si visitas las playas de San Juan, posiblemente, no puedas evitar detenerte ante las nuevas “torres de socorristas”, ni tampoco se te escape la tentación de fotografiar alguno de los dos nuevos iconos en forma de “casetas de vigilancia” que, a partir de ese verano, se convertirán en un distintivo y referente artístico, cultural y turístico de esta playa tan internacional. Pero lo que pocos saben es que estas divertidas muestras de arquitectura en madera han salido de los talleres artesanales “made in Petrer”, en concreto de la empresa “The Wood Brothers” del ebanista Álex Moreno

Álex Moreno no dudó ni instante en aceptar hacer realidad una idea que le rondaba por la cabeza al artista alicantino, Antonyo Marest, que no era otra que la de crear un icono para las playas de Alicante, en concreto, torres de socorristas.

Para este ebanista, asentado en el enclave histórico La Ciudad sin Ley, la propuesta era fantástica así que no se lo pensó dos veces. Tenía claro que quería participar en ese proyecto sí o sí, aceptando, rápidamente la propuesta de Marest, al que le une una amistad y con el que había colaborado en muchos otros proyectos.

Han sido casi tres años de un trabajo muy complejo, sobre todo por la dificultad del montaje, pero a la vez muy gratificante para este joven carpintero artesanal. Un proyecto en el que, además del equipo de Marest y la empresa “The Wood Brothers”, ha colaborado en su creación el grupo “Vadebo Arquitectura”.

Estas “torres de socorristas” tienen un doble objetivo: mejorar las infraestructuras de salvamento y socorrismo y ofrecer una imagen singular y un elemento diferenciador en la playa. Unas “casetas” que recuerdan a míticos puestos de socorristas de las playas de Miami por lo que, en ellas, predominan el rosa y el verde turquesa.

Cada puesto cuenta con una base, una caseta y una escalera de acceso, asíque los vigilantes dispondrán de más espacio y zona de sombra al estar cubierto.

Para su creación, la ebanistería de Álex Moreno ha recurrido a maderas de pino y abeto que, además, han sido tratadas con productos ecológicos para que sean más resistente al ambiente marino, ocupando cada caseta una superficie de 25m2 sobre la arena.

Al margen de aceptar la propuesta por considerarla fantástica y llegar de la mano de Antonyo Maset, otro motivo por lo que Àlex no dudó en implicarse es porque este tipo de trabajos ofrecen al gran público una cara diferente de lo que es el trabajo de un ebanista, aportando una visión diferente, que cambia la perspectiva y la idea preconcebida de lo que, en teoría, la ciudadanía considera que es un carpintero.

También, tiene claro que este tipo de trabajos impactan mucho, no solo en aquellas personas que los ven “in situ” sino que, además, en este mundo tan global en el que nos movemos, una obra de estas características se convierte en viral en cuestión de pocas horas.

Asimismo, está convencido que el impacto publicitario y de prestigio es incuestionable, ya que esas “torres de socorrismo” están siendo visitadas por personas procedentes de todo el territorio español y de otros países, que no dudan en fotografiarlas, inundando las redes sociales con imágenes de esas “casetas”, lo que supone una publicidad a la que es difícil ponerle un precio si se quisiera hacer de otro modo.

En contrapartida a la satisfacción que ha supuesto la materialización de este proyecto, Álex Moreno lamenta que oficios como el suyo estén desapareciendo y también que los artesanos sean como una especie rara que, si esa percepción no cambia, al final se extinguirán.

Recuerda que, antiguamente, los talleres artesanales se ubicaban en los núcleos urbanos, a la vista de todos y esto propiciaba que algunas personas se interesaran por dedicarse a esos oficios, sin embargo, hoy en día, muchos de ellos se han reubicado en polígonos industriales, donde nadie los ve, llegando a considerarlos como una fábrica o industria, cuando no lo son.

Ese es el motivo principal por lo que “The Wood Brothers” optó por ubicarse en La Ciudad sin Ley puesto que les permite mantener una cercanía con las personas y, a la vez, lograr que creativos, diseñadores y arquitectos que los visitan, entren en contacto, en este caso, con el casco antiguo de Petrer.

Tal y como reconoce este artesano de la madera, compartir un espacio común, como es La Ciudad Sin Ley, con otro tipo de creativos y artesanos, genera unas sinergias entre ellos y con los diferentes profesionales que los visitan a cada uno, provocando que “nazcan” infinidad de proyectos como está sucediendo en ese enclave.

Aunque no se tenga esa sensación, Álex Moreno asegura que existe un potencial increíble de artesanos y artista en Petrer y alrededores. Prueba de ese potencial, matiza Moreno, son estas torres de socorrismo, que han sido creadas al 100% por personas y empresas de la comarca, dando como resultado un icono que traspasará nuestras fronteras.

Ante la repercusión mediática y en redes sociales que están teniendo esas casetas para socorristas, considera que se debería tomar nota y contar más con el ingenio local para que ideas de este tipo sean cada vez más comunes ya que no hay que olvidar que los resultados de impacto turístico y la repercusión publicitaria en comparación con la inversión realizada, sin discusión alguna, son muy rentables y ponen, en este caso, a Petrer, en el mapa.

Como fabricante de esas singulares “torres de socorrismo” tiene claro que, actualmente, las personas viajan y visitan ciudades no sólo por el mero hecho de hacer turismo. Si bien es cierto que los museos, parajes naturales o restaurantes de renombre son un atractivo turístico, cada vez más este tipo de acciones artísticas también lo son y, sin duda, más personas de las que nos podemos imaginar se desplazan cientos de kilómetros de su lugar de residencia para contemplar esa obra de arte que les ha impactado tanto al ver una fotografía de ella en alguna red social.

Álex Moreno, desconocido para muchos petrerenses, pertenece a una segunda generación de ebanistas que, tras diez años vinculado a la Factoría Creativa de La Ciudad Sin Ley, decidió hace ya seis años desplazar su taller de ebanistería desde la vecina localidad de Elda a Petrer, en concreto, a la zona donde sentía que debía estar, “La Ciudad sin Ley”. Desde entonces, este núcleo ha sentido su impulso en positivo, debido a las sinergias que produce tener de nuevo talleres artesanales de calidad por los que pasan arquitectos, diseñadores, creativos y artistas de diferentes sectores, que buscan las excelencias de un oficio donde las manos y la experiencia son un valor insustituible.

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