El Ictus, un enemigo de la vida
En memoria de nuestra tía-madre Josefa Iniesta Herrero
Tus analíticas puede que estén inmejorables, tu estado es de
primera a pesar de que estés llegando ya al siglo. Has pasado de
los noventa y seis años. Comes con apetito y le sonríes a la vida
radiante de felicidad, aunque el estreñimiento sea, por tu edad, el
caballo de batalla.
Pero como siempre sucede, cuando mejor estás,
llega alguien y te joroba. El ictus es un enemigo de tu vida que
suele acecharte silenciosamente, también mientras duermes. Te puedes
acostar felizmente y tu sueño convertirse en el Sueño Eterno
gracias a la silenciosa traición del Ictus que te quitará tu
preciosa vida sin que nadie se dé cuenta y, mucho menos, tú mismo.
El Ictus es cruel porque no te avisa, su nombre ahora está de moda
ya que siempre, comúnmente, se le ha llamado infarto cerebral o
embolia, nombres que se enmarcan en la denominada enfermedad
cerebrovascular. S
e produce cuando hay una rotura u obstrucción en
un vaso sanguíneo reduciéndose el flujo de sangre que llega al
cerebro, según nos cuentan los médicos, debido a que la sangre
no llega al cerebro en la cantidad necesaria, las células nerviosas
no reciben oxígeno y dejan de funcionar produciéndose la rotura de
un vaso sanguíneo (vena o arteria) derivando en una hemorragia
dentro de cerebro.
En Europa mueren anualmente 650.000 personas de
esta enfermedad, de los cuales, alrededor de 40.000 en España. Los
síntomas que muestra el ictus cuando acecha es el hormigueo o
debilidad muscular en la cara, brazo o una pierna, especialmente, en
un lado del cuerpo; dificultad para hablar, leer o entender a los que
hablan; distorsión de la visión en uno de los ojos; dolor de cabeza
intenso, pérdida de equilibrio y de coordinación. Método de
prevención.
El Código Ictus
Según dicen los médicos se trata de
una estrategia para salvar vidas, una herramienta que todo el mundo
debería saber utilizar para ayudar a reducir la mortalidad y la
gravedad de las secuelas propias de la enfermedad. Por ello, y debido
a que en nuestra familia hemos sufrido una pérdida muy dolorosa
debido al traidor Ictus, nos gustaría dar a conocer una manera de
anticiparse a ella. El método consiste en detectar cuándo una
persona va a sufrir un ictus basándonos en unas comprobaciones
básicas que se pueden realizar interactuando con la persona
afectada.
1.- Comprobar si es capaz de sonreír. Se trata de hacer
que la persona sonría y comprobar que los dos lados de la cara
reaccionan de forma simétrica y no se aprecie que uno de los lados
presenta deficiencia al moverse.
2.- Levantar los brazos. Ver si al
levantar los brazos durante unos segundos, uno de ellos no se mueva o
caiga de forma considerable respecto al otro.
3.- Comprobar si puede
hablar. La persona afectada por un ictus, al intentar hablar lo hará
arrastrando las palabras, sin sentido o, directamente, no será capaz
de hacerlo. Si al realizar estas comprobaciones el resultado es
anormal, es posible que la persona pueda sufrir un ictus de forma
inminente. Si este es el caso, es muy importante actuar rápido y
activar lo que se llama un Código Ictus donde la asistencia médica
debe ser urgente. Cada minuto es crucial para que la persona afectada
sufra los menores daños posibles.
En cuanto a los factores de
riesgo hay que reseñar el tener un nivel alto de colesterol, la
hipertensión, el tabaquismo y la diabetes, entre otros. La Sociedad
Española de Neurología aconseja llevar unos hábitos de vida
saludables como método de prevención y evitar sufrir un ictus. La
posibilidad de sufrir esta enfermedad es más frecuente en personas a
partir de 55 años y el riesgo es más elevado según aumenta la
edad.
En los próximos años, el ictus se convertirá en un problema
socio sanitario. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se
estima que en 2050 la población mayor de 65 años, representará al
46% de la población, de los cuales aproximadamente la mitad podrán
sufrir un ictus. Por esta razón, el control de las personas en
riesgo de padecer esta enfermedad es muy importante. Suerte.