Nota de presentación
La Asociación de escritores “GRAMÁTICA PARDA” quiere agradecer públicamente al director de El Carrer Luís Rico, su disposición para recoger y atender nuestra petición a fin de que podamos publicar cada semana, bien un microrrelato, bien uno o dos poemas de nuestros asociados. Es una ocasión oportuna que permite transmitir la sensibilidad creadora de los miembros del colectivo, así como la de despertar y fomentar la pasión por la escritura y la lectura en el conjunto de la sociedad.
Esperamos con ello, reforzar el interés por el mundo literario, y fomentar la pasión por escribir, de aquellos que deseando hacerlo no encuentran estímulos o cauces para conseguirlo. Estamos abiertos a recibir colaboraciones externas de quienes se animen a participar en este ilusionante proyecto que solo tiene dos limitaciones: Los microrrelatos no deben exceder de 200 palabras y la publicación (en ambos formatos, prosa o verso) seguirá un orden establecido por la Asociación.
Nuestro “Rincón literario de Gramática Parda” es una invitación y un compromiso que llama a quienes escriben o quieren escribir sus pensamientos, sus reflexiones, sus inquietudes, sin más pretensión que el intento noble y audaz de hacer literatura.
Iniciamos esta etapa, a modo de homenaje, con un trabajo de quien fue nuestro primer presidente Rafael Juan Ortega.
Fdo. Juan Manuel Martínez. Presidente actual de Gramática Parda.
RELATO
MIEDO
Todo es normal en la calle. La gente camina y mira por encima de sus mascarillas; los
coches echan humo y ruido, pedorretas de perros de goma y metal; suenan las sirenas,
ambulancias, policía, qué más da; tengo miedo al bicho de la pandemia, tengo miedo a
la III Guerra Mundial, tengo miedo a mi miedo y mi bar de cañas de toda la vida ha
cerrado sin avisar. Tengo miedo a un bar nuevo y a unas cañas nuevas, a una vida
nueva hecha de bichos invisibles y letales y rostros tapados, hongos atómicos, humos y
pedos de goma y metal, tengo miedo y, de golpe, ya no tengo miedo, caído en la
acera, el corazón a mil o a cero, no sé, sudores fríos, me asfixio o tal vez quiero más
aire y el miedo se ha ido y me emocionan igual que un ladrillo los hongos atómicos, las
sirenas, el humo, los bichos invisibles, las mascarillas que enmascaran, la III Guerra
Mundial y las pandemias sufridas y por sufrir. Que le den al mundo, que yo me muero
y ya no podré tomar una caña más en mi bar de toda la vida y ya no sabré quiénes
seremos mañana.
Rafael Juan Ortega
Valencia, 3 de marzo de 2022
