Réquiem por la vida
Llegan a Europa, a cientos de miles, suplicando tan solo un
trabajo que les dé una digna vida. No son pobres, son inmensamente
ricos gracias a las fortunas que guardan en sus tierras,
riquezas insustituibles como el uranio, oro, diamantes, cobre,
hierro, cobre, plomo, cinc, cromo, manganeso , vanadio, platino,
uranio, coltán…base para el desarrollo del mundo moderno.
Sin
ellas, el desarrollo tecnológico del mundo no sería el mismo. Lo
más grave, lo que se silencia, es que ellos, sus hijos allí
nacidos, no perciban nada de sus bienes. Lo vergonzoso, que sus
tierras hayan sido la Cuna de la Humanidad y tengan que mendigar,
en países lejanos, quien acoja su futuro. Otros hermanos también
huyen, porque ya no queda nada de sus pueblos donde las bombas sin
piedad pulverizaron sus casas, escuelas, hospitales…sus vidas,..
A pesar de todo ello, seguimos viendo el esplendor a África con
sus tierras que no cesan de dar frutos, como el paraíso del
futuro, a pesar de su explotación y control de algunos países
europeos, junto al servicio de intereses infames de atroces
dictadores.
Llegan a Europa formando inmensas columnas de niños,
mujeres, ancianos…Llorando, implorando la humanidad, que como
hijos de este mundo tienen derecho a un trato humano. Otros
indeseables les acusan publicando crueles arengas , de ser un
ejército de ocupación, intentando que los europeos les repudiemos,
acusándoles que son una plaga que destrozará a Europa, cuando
todos sabemos que son el fruto de las miserias, sus hambres y sus
necesidades.
Que desean poder vivir y desarrollase como el resto de
los países, sabiendo que Europa necesitada repoblarse, si bien
es cierto que España es el país menos poblado de toda Europa y el
que más bruscamente se pasa de la superpoblación al puro desierto
y, en la actualidad, tristemente, mueren más que nacen. El progreso
del mundo nos dice que somos 7.000 millones de hermanos los que
habitamos el planeta tierra, con “vida inteligente”.
Dudosa
afirmación la de habitar o destruir el Universo. La verdad es que
desde su inicio el camino de la humanidad está plagado de desdichas,
crímenes y avances en tecnología mientras se retrocede en lo
humano. Esta es la lacra que azota a naciones de infames dirigentes,
hombres sin corazón que arruinan a las personas más pobres, a
los más indefensos, a las víctimas por la desigualdad, mientras
inmensas fortunas son ocultadas en Paraísos fiscales.
Este es el
Infierno inhumano de millones de personas que sufren con sus hijos
tirados en la calle, pasando hambre, algunos suicidándose dibujando
un dantesco panorama inhumano que exige, sin demora, un nuevo
Orden Mundial, basado en la Justicia, la Fraternidad y, la cada vez
más utópica, Igualdad.
Mientras tanto, los medios cuentan que en
este mundo menos maravilloso se estima que hay más de 46 millones
de personas esclavas y que 200.000 niños son explotados, ante el
goteo continuo de inocentes cadáveres de niños y ancianos, que no
cesan de amontonarse en el fondo silencioso del mar
Mediterráneo, mientras resuenan estremecedores acordes de dolor y
lágrimas de un réquiem que llora por la muerte de la Vida.