Vicente Maestre Juan
En nombre de la familia quiero expresaros nuestra gratitud por
este reconocimiento a la labor de mi padre.
Muchas gracias a la Corporación Municipal y de manera especial a
su alcalde, Alfonso Lacasa, por este acto tan entrañable y emotivo
con el que se formaliza un acuerdo plenario para que este espacio
público lleve su nombre.
Estos jardines son un lugar emblemático para Petrer. Los son
porque durante muchos años han sido el centro neurálgico donde se
ha desarrollado la vida escolar, el ocio, las fiestas,…
Aquí se hunden , por tanto, las raíces de Petrer, un patrimonio
vivo en el que a partir de ahora residirá la memoria de mi padre.
Una bonita fotma de agradecer lo mucho que hizo por su pueblo que, en
cualquier caso, no hubiera sido posible sin los miles de apoyos que
recibió de manera libre y democrática en las diferentes elecciones
a las que se presentó y el reconocimiento de quienes no le votaron
pero contribuyeron a conformar un Ayuntamiento plural.
También queremos la familia testimoniar nuestro agradecimiento y
el de mi padre, allá donde esté, a todos los que le acompañaron en
las tareas de gobierno durante los cuatro mandatos en los que estuvo
al frente del Ayuntamiento y a quienes de manera legítima trabajaron
desde la oposición por mejorar Petrer.
En 1979 empezó el más modesto trabajo de la transición, el
trabajo desde los Ayuntamiento.
Zapatero de profesión, hijo de panaderos, exiliado
voluntariamente a Elche para trabajar en una fábrica de calzado, fue
allí donde comenzó el activismo político en la clandestinidad.
Siempre se mantuvo fiel a sus creencias y a los ideales socialistas
que en 1979 le llevaron a convertirse en el primer Alcalde de la
recuperada democracia.
Aquellos primeros años estaba casi todo por hacer en una ciudad
en la que había calles que aún eran de tierra y carecían de
saneamiento.
Con su empuje, liderazgo y vocación de servicio público, se
pusieron los cimientos y comenzó a desarrollar el Petrer que hoy
conocemos: un Petrer moderno, un Petrer que goza de una serie de
servicios que son la envidia de la comarca: a nivel deportivo, de
equipamiento urbano, de ocio.
Y una de sus grandes obras: la
remodelación del Castillo. El verdadero icono de la población por
el que se sentía especialmente orgulloso.
Hay quienes dice que mi padre fue un político rudo y cabezota,
igual fue así, pero también creo que atesoraba una de las virtudes
que todo buen político debe poseer: decir siempre la verdad a la
gente, por mucho que esa verdad sea incómoda a veces.
Terminaría con una frase de George Bernard que refleja todas las
dificultades que las personas de la generación de mi padre tuvieron
que sortear para dejarnos como legado lo que hoy tenemos, “sólo
triunfa en el mundo quien se levanta y busca las circunstancias y las
crea si no las encuentra”.
Gracias de todo corazón.