El almendro en invierno
Aunque el almendro es un árbol que apenas requiere mantenimiento,
hay que aprovechar los meses de invierno para aplicarles tratamientos
de prevención de plagas y podarlos.
No siempre se puede evitar la
presencia de plagas y enfermedades en árboles frutales como el
almendro pero sí se puede recurrir a tratamientos con productos
fitosanitarios como medida de precaución. Esos tratamientos
preventivos se deben de aplicar durante los meses de invierno,
después de la caída de hoja de los frutales.
Desde la Cooperativa
Agrícola de Petrer se recomiendan recurrir a los fungicidas que es
una aplicación de formulados a base de cobre para evitar
enfermedades provocadas por hongos. En el mercado se pueden encontrar
fungicidas de estas características que son de alta concentración,
persistencia y adherencia y resistentes a la lluvia. En el campo de
los insecticidas, destacamos el aceite de verano al 83%.
Este aceite
provoca una capa oleosa por el tronco que lo protege de insectos. Se
trata de un insecticida que actúa por contacto, obtura los estigmas
provocando la muerte por asfixia del insecto o ácaro. En cuanto a la
poda cabe indicar que la de fructificación o mantenimiento tiene
como objetivo establecer las ramas secundarias como productivas.
Además, con este método lo que se pretende también es provocar en
el ramo mixto la emisión de brotes cercanos a su inserción con la
rama, que soportarán la cosecha del año siguiente. Este tipo de
poda consiste en repartir y equilibrar bien las ramas productivas por
todo el árbol, con la eliminación de chupones, despuntando
prolongaciones y, en general, eliminando ramas muertas, improductivas
y enfermas.
Es aconsejable realizar aclareos cada 3 años
aprovechando, por ejemplo, brotes nuevos para rejuvenecer las ramas
secundarias. Las podas severas debilitan el árbol, la supresión de
ramas debe ser proporcional al vigor y la fertilidad del almendro y
se debe de mantener el equilibrio entre la forma del árbol y la
producción.