El Arco del Castillo: un testigo del tiempo y sus gentes
En nuestro paseo hacia el monumento más visitado de la población
de Petrer, su Castillo, es inevitable pasar por debajo de una
singular construcción localizada al final de la calle Castillo, a
pocos metros de la Plaça de Dalt.
Hablamos del Arco del Castillo.
La calle en la que se localiza comparte nombre con el monumento,
teniéndola atestiguada ya desde 1853, igual que ocurre con la calle
Arco de la Virgen derruido en 1870. La calle Arco del Castillo se
corresponde con uno de los antiguos accesos al Castillo desde la
villa de Petrer, siendo este el camino natural para subir a la
fortaleza.
Se trata de un arco de medio punto, originalmente realizado en
mampostería y mortero de cal, al cual, con el paso del tiempo, fue
necesario realizarle un enlucido con yeso y cubrirlo con teja curva
para evitar su progresivo deterioro, ocultando así las piedras
originales que lo formaban.
A día de hoy, se desconoce la fecha de su construcción ya que no
hay documentación que aporte esta información.
No obstante, la
distribución actual de calles estrechas y con pequeñas placetas
apuntan, sin miedo a errar, a un claro origen medieval de esta zona
del núcleo urbano (siglos XIV–XV), tal vez con modificaciones
posteriores. En cuanto a su funcionalidad, se debe pensar que el
portón que hubiera existido en el arco del castillo serviría para
cerrar esta zona durante la noche para evitar intrusiones desde el
exterior.
Aquellos que quieran saber más sobre este curioso monumento,
no duden en preguntar durante su visita guiada al Castillo o en el
desarrollo de la actividad mensual “Petrer se viste de luna”, ya
que se trata de una parada obligatoria, y con una curiosa aparición,
durante el recorrido que realizamos por el casco antiguo.
PARA SABER MÁS:
El libro de referencia donde se incluye la información conocida
sobre las calles de Petrer y que editó el propio Ayuntamiento en
2002, se titula Las calles de Petrer, realizado por Mª Carmen Rico
Navarro.